Hay una fórmula futbolística que se cumple sea el día del año que sea. Jugador que deslumbra, que juega uno o más partidos bien, que destaca en un encuentro es un jugador al que se le relaciona con el Real Madrid. La ecuación nunca falla. Es ya un clásico en el fútbol moderno gracias al cual el club blanco podría tener tres plantillas en un mismo año.
A ello también contribuye el Europeo sub-21, un torneo que reúne a las estrellas del futuro, que salen más rentable fichar a esas edades antes de dejar que maduren y que acaben costando el triple o que te lo quite otro equipo. En 2013, última victoria de España en esta categoría, el Madrid se llevó a Isco e Illarramendi, dos jugadores esenciales de aquella 'Rojita', y cuatro años más tarde los blancos tienen también su mirada en el torneo que ahora se disputa en Polonia.
En el grupo actual de la sub-21 que arrasó a Italia este martes en las semifinales y que jugará la final el próximo viernes ante Alemania, hay dos jugadores que están revalorizándose en el Europeo y que, claro, están en la órbita del Real Madrid. Uno es Sandro Ramírez, canterano del Barcelona y la última temporada en el Málaga, donde ya destacó y, entre otras cosas, se lució ante su exequipo 'regalando' media Liga a los blancos.
El delantero, al que tenía prácticamente cerrado el Everton inglés, está en la agenda como posible sustituto de Álvaro Morata, si es que el canterano finalmente se marcha al Manchester United. Podría coincidir en el Bernabéu con Mayoral, que ocuparía la posición de Mariano en caso de que el hispano-dominicano acabe en el Lyon. Sandro también es deseo del Atlético, por lo que su futuro es más incierto que su presente.
La nueva perla, ¿sin hueco en el Madrid?
Pero si alguien sobresalió en el duelo ante Italia fue Dani Ceballos (Utrera, Sevilla, 1996), futbolista del Betis y también anhelo de Madrid, Atlético o Barcelona entre otros. Su recital en las semifinales del Europeo sub-21 confirmó lo que ya se veía viendo en los últimos tiempos: el sevillano está para un equipo mucho mejor y tiene porte de futbolista para años.
Con una cláusula de 15 millones de euros, aunque en su contrato hay una opción a bajar el precio a nueve, Ceballos es un chollo en el mercado. Por eso el Real Madrid lo tiene casi cerrado. Y en ese escenario, la pregunta está clara: ¿tiene hueco Ceballos en el Real Madrid?
Si algo quedó claro la última temporada fue que para Zidane hay más de once jugadores y que en el Real Madrid todos tienen minutos, pero no deja de ser eso un reparto desequilibrado de partidos. No es lo mismo jugar la final de Champions que un partido ante el Eibar de la jornada 8 de Liga. Por un lado van los minutos jugados y por otro la importancia de esos minutos.
En el actual Madrid, el centro del campo, lugar de juego de Dani Ceballos, está prácticamente completo. Con Kroos y Modric fijos, algo normal al ser la dupla con la que los blancos han completado su mejor temporada de la historia y han ganado dos Copas de Europa consecutiva, los huecos en el once solo quedan en dos situaciones: cuando no está algún integrante de la BBC (si es que se quedan todos) o en partidos elegidos para las rotaciones.
Una cesión, posible solución al tapón del presente
Y en esos casos, todavía tendría por delante a los que este años ya salieron, como Asensio, Isco, Kovacic, James Rodríguez (también en duda su futuro) o Lucas Vázquez. Dani Ceballos es, con todas estas circunstancias, un jugador más de futuro que de presente, pero para que sea futuro necesita ser fichado ya.
Entra aquí la fórmula que el Real Madrid ha utilizado estos últimos años con estos jóvenes jugadores y que en casi todos los casos ha salido bien: una cesión de uno o dos años en los que el jugador siga creciendo siendo titular en el club al que va. El destino podría ser el propio Betis, con la duda de como sería recibido un futbolista ya criticado y pitado varias veces en el Villamarín, algo que llegó incluso a provocar alguna lágrima a Ceballos.
Futbolista electrizante, en el partido ante Italia, que al final será recordado como el que le exportó al gran público futbolístico, demostró todo aquello que es: perfecto en el pase, corredor de fondo (va de un lado a otro con un sorprendente aguante físico), peligroso regateador (intentó en la semifinal 12 regates, completando nueve buenos, según datos de Opta) y dolor de muelas para la defensa. Es de esos jugadores que provocan al contrario, harto de ser incapaz de pararle. Es lo que le pasó al italiano Gagliardini, que acabó expulsado.
Abandonado por Poyet, el primer técnico que tuvo en el Betis la última temporada, con Víctor Sánchez del Amo recuperó la titularidad y la alegría, básica para el futbolista andaluz en el campo. Ceballos es uno de esos jugadores que se divierten mientras juegan. Es capaz de cambiar un encuentro, de inventar una jugada o de sorprender en cualquier minuto.
Su reto también será personal. Envuelto en varias polémicas por sus mensajes en las redes sociales en las que criticaba al independentismo catalán e incluso al propio Madrid, Ceballos debe asentar su cabeza para ser mejor jugador. Al fútbol no solo se juega con los píes. Conseguido eso, lo tendrá todo de cara. En la sub-21 está demostrando que su nombre, si él quiere, sonará con fuerza muchos años.