Apenas minutos después de que el juez Santiago Pedraz dictaminase prisión incondicional y sin fianza para Ángel María Villar, Gorka Villar y Juan Padrón, el Consejo Superior de Deportes (CSD) ha comunicado que solicitará el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) la "incoación de expediente disciplinario" a todos los imputados. Además, convocará a su Comisión Directiva para acordar "la suspensión provisional de dichos directivos".
El organismo presidido por José Ramón Lete no ha perdido el tiempo y no ha dejado espacio a la especulación cuando incluso antes de la decisión del juez Pedraz eran muchas las voces que pedían la dimisión o la destitución de Villar como presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF).
Sin embargo, no es el único frente donde caerá Ángel María Villar. Vicepresidente tanto de la UEFA como de la FIFA, el vasco, casi con total seguridad, será despojado de sus cargos en las organizaciones continental y mundial.
Esquilmados por el FIFAGate que le costó el puesto tanto a Joseph Blatter como a su secretario general, Jerome Valcke, y a Michel Platini, ambos organismos no parecen dispuestos a permitir que se repitan los escándalos que golpearon tan rotundamente al fútbol y le costaron tantos patrocinadores.
De hecho, el Código Ético de la FIFA contempla desde el FIFAGate que "los miembros de la organización que sean procesados por cualquier delito, tanto dentro como fuera de sus países, no podrán ejercer ningún cargo dentro de la institución y serán cesados en sus funciones".