El Lleida, equipo del grupo III de la Segunda División B, no ha podido vestir este domingo la camiseta especial con los colores de la senyera, tal y como tenía previsto y había anunciado durante la semana.
El árbitro del partido, el murciano Campoy Candela, ha prohibido al conjunto catalán vestir esta nueva indumentaria con los colores de la bandera de Cataluña debido a que no se diferenciaban con los colores de su rival, el Atlético Saguntino, que solo viajó a Lleida con una indumentaria. ¿El motivo? Una posible maniobra del equipo valenciano para evitar que el Lleida vistiera tal y como tenía previsto.
El club ilerdense anunció que vestiría con la senyera en el partido de este domingo a raíz de las detenciones de 14 cargos que estaban colaborando con el reférendum ilegal del próximo 1-O y en claro apoyo al derecho a decidir.
En un comunicado de ese mismo día, el Lleida condenó "cualquier acto que pueda comprometer el ejercicio de derechos civiles básicos como son la libertad de expresión o el derecho a decidir de los ciudadanos" y manifestó "su apoyo público a todas las personas, entidades e instituciones que trabajan día a día para garantizar estos derechos".
El conflicto de camisetas se produjo este domingo, mismo día del partido, cuando su rival, el Atlético Saguntino, llegó a Lleida con una sola camiseta, de color roja, su primera indumentaria habitual. A diferencia de la práctica que se suele hacer en un viaje, donde los equipos llevan dos equipaciones, el conjunto de Sagunto (Valencia) solo llevó una camiseta, que, a consideración del colegiado murciano Pedro Campoy Candela, imposibilitaba a los locales jugar con la senyera, ya que se confundían entre ellas.
En un comunicado oficial emitido cuatro minutos antes del inicio del partido, el Lleida aseguró que el trío arbitral comunicó a su club que les prohíbe jugar con la senyera por orden de la Federación y que el Atlético Saguntino se desplazó a la capital ilerdense con una sola equipación, cuando ya estaban informados de que tenían la intención de jugar con la senyera.
Además, el Lleida asegura que el árbitro "amenazó" al conjunto catalán con suspender el partido si no hacían caso a sus órdenes de cambiar la indumentaria, jugando con su habitual primera equipación, de color azul, tal y como acabó haciendo en este partido correspondiente a la sexta jornada del grupo III de Segunda B. Eso sí, el equipo catalán aseguró que jugaba de azul "por imperativo".
El presidente del Lleida, Albert Esteve, confirmó a EL ESPAÑOL que fue el árbitro el que les comunicó que no podrían jugar con la senyera y que si decidieran disputar el partido con esa indumentaria lo suspendería. "Nos sorprendimos cuando vino el delegado del Saguntino y nos comentó que solo traían una equipación. Nosotros le dijimos que le dejábamos una, pero el árbitro recalcó que con esa camiseta no podíamos jugar", explicó el mandatario ilerdense.
Esteve explicó que ellos no firmaron el acta del encuentro debido a que el colegiado no recogió que les había hecho cambiarse de indumentaria y que, en cambio, si escribió que habían salido cinco minutos tarde por cambiar la equipación solo del portero. "No estamos en nada de acuerdo con este acta. Nosotros si salimos tarde fue porque todos los jugadores tuvieron que cambiarse porque el árbitro no dejó jugarnos con la camiseta de la senyera".
"No entendemos que el Saguntino viniera con una equipación cuando ya le habíamos comunicado durante la semana que jugaríamos con la senyera. Esa es la única "culpa" que le podemos echar", explicó el presidente.