En el minuto 17:14 de cada partido que el Barcelona disputa en el Camp Nou, el estadio de la Ciudad Condal se convierte en fiesta. Aplausos, ovaciones e incluso notas de Els Segladors en alguna ocasión. Una costumbre que estaba previsto que cambiase en el encuentro de Liga frente al Sevilla para seguir la estela de lo que ya ha sucedido esta semana en el Palau Blaugrana en los encuentros del conjunto culé de baloncesto y balonmano. Sin embagro, los aplausos que debían convertirse en silencio, concretamente en cinco minutos de silencio, tornaron en gritos de "libertad, libertad" para pedir la excarcelación de los "presos políticos" tras la aplicación del artículo 155.
Antes de todo eso, la grada de engalanó con un tifo gigante en el que se podía ver una senyera gigante con la palabra 'justicia' en castellano y en inglés a ambos lados. Un despliegue en el que el club azulgrana ha trabajado codo con codo en los últimos días con los grupos de animación -tanto del Camp Nou como del Palau- para dar salida a sus reivindicaciones. Y eso que los aficionados de las gradas de animación no ocuparon sus localidades hasta el minuto 10, cuando los gritos de "libertad, libertad" comenzaron a escucharse mucho más nítidamente.
De Junqueras a Romeva pasando por Forn o Turull. La mayor parte del cesado Govern de Catalunya se encuentra en las madrileñas cárceles de Estremera y Alcalá Meco, y sobre los que aún están en libertad en Bélgica pesa una euroorden de detención inmediata. Además, están los Jordis, Sànchez y Cuixart, máximos exponentes de los movimientos civiles catalanes de ANC y Omnium Cultural.
Todos ellos presos, y el Camp Nou -como el Palau- de su lado. En silencio, con los carteles de #LlibertatPresosPolítics al aire para dar continuidad al comunicado emitido por el propio club el pasado jueves expresaba su lamento "por los encarcelamientos" y su "solidaridad con los afectados y sus familias". Una campaña que los propios socios han movido a través de las redes sociales y, de forma especial, WhatsApp con un mensaje claro.
La primera prueba de esta nueva manifestación de apoyo al proceso soberanista se produjo en el Palau Blaugrana el pasado viernes en el encuentro de Euroliga que enfrentaba los pupilos de Sito Alonso contra el Olympiacos. El pabellón en pleno guardó un respetuoso silencio por los presos políticos y, además, el Barça de baloncesto consiguió una contundente victoria para recuperar el rumbo de una temporada que ha nacido torcida.
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