Los males en el fútbol se olvidan al mismo ritmo que los triunfos. El pasado apenas vale para el presente y es el día a día el que juzga a un jugador, un entrenador, un equipo... Pero o el Real Madrid corrige su actual camino o se recordará durante toda la temporada el horrible partido que proganizó este martes ante el Fuenlabrada.
Del duelo de Copa del Rey, en el que el Madrid rozó la eliminación ante el equipo de 2ªB, la mayoría de las conclusiones que se sacaron fueron negativas. Y era lo normal, ya que ver al campeón de Europa sufrir ante un conjunto tan menor es para analizar tranquilamente los problemas de un equipo que agoniza en cada partido que juega.
Si algo positivo se puede sacar del empate ante el Fuenlabrada fue la de la figura de Bale y los goles de Borja Mayoral, el único de los jóvenes y el 'equipo B' que dio la cara en Copa. El galés salió en el minuto 62 y en segundos ya se inventó un pase exquisito que cambió el encuentro, la eliminatoria y muy posiblemente el relato de la temporada del Madrid. Diez minutos después volvió a aparecer y su jugada acabó en gol.
Elevar a los altares a Bale por aparecer en un partido ante un equipo de 2ªB quizá es exagerado, pero la realidad es que salvó la papeleta de un Madrid que estuvo muy cerca de eliminarse ante el Fuenlabrada. Mientras ninguno de sus compañeros mostraba pasión por el partido y orgullo por lo que allí se jugaba, el galés fue el único que entendió que en juego estaba el honor del equipo.
Entre los jugadores que desaprovecharon su oportunidad se encuentran futbolistas a los que parte de la afición pedía a gritos para dar aire fresco a los titulares, en los últimos encuentros cansados. Dani Ceballos, Theo Hernández, Achraf... ninguno dejó buenas sensaciones.
Si bien el partido era trampa, ya que por muy bien que lo hicieran pocos se lo reconocerían por la poca relevancia del mismo, los jugadores que a día de hoy son suplentes tienen la obligación de aprovechar cualquier minuto para hacer ver a Zidane que ellos también son una solución en futuras ocasiones.
Y eso es lo que no pasó ante el Fuenlabrada. Ceballos se achicó y apenas apareció en todo el partido. Su nombre solo fue mencionado en el tramo final, cuando el 'Cata' Díaz recordó el porqué de su fama y le hizo una dura entrada que no tenían sentido. Todo lo demás fue un encuentro gris en el que no entró en juego, no se ofreció, no tuvo ocasiones y acabó pasando inadvertido. Una ocasión perdida.
A su vez, Theo Hernández fue uno de los señalados por su mal partido. En varias fases del juego se le vio descolocado, sin intensidad y con fallos impropios de un jugador que enamoró en el Alavés por su velocidad, acierto en ataque desde el lateral y su influencia en el juego del equipo vasco.
Theo, ante el Fuenlabrada, perdió todo aquello que le ha hecho especial en el último año: perdió 12 balones, fue superado en el 70% de los cara a cara con los jugadores del Fuenlabrada, no centró bien, no corrió y se le vio errático. El hispano-francés ha alternado buenas con malas actuaciones. En Anoeta, con un Madrid que llegó a San Sebastián con mucha presión, hizo un gran partido, pero después se fue diluyendo.
El otro nombre que no termina de funcionar entre la nueva hornada es Achraf, el lateral que sustituyó a Carvajal durante la lesión del madrileño y que llegó a jugar de titular seis partidos en esa etapa. Entonces no desentonó, pero tampoco destacó. Ante el Fuenlabrada no ayudó en nada, estuvo flojo, aunque para el papel que debe cumplir este año puede valer. Es el sustituto de Carvajal y desde ahí tiene que ir aprendiendo.
El Real Madrid ganó el año pasado la Liga gracias a tener a unos suplentes que estaban listos cada vez que les llamaba Zidane. Este año, en el banquillo hay buenos jugadores pero que en el inicio de temporada no han cuajado. Para que la temporada se reconduzca, es vital que figuras como Ceballos, Theo, Achraf, Marcos Llorente, Borja Mayoral o Vallejo sean efectivos en los partidos en los que Zidane cuente con ellos.
Visto el encuentro ante el Fuenlabrada, las ideas de Zidane con un once fijo muy claro se hacen más fuertes tras el primer fiasco de los que deben presionar a los titulares. Tiempo queda todavía, pero la imagen de los jóvenes suplentes, la nueva hornada del Madrid, no aprobó en un duelo de mal recuerdo para los blancos.
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