El juzgado de primera instancia e instrucción número 2 de Lebrija (Sevilla) ha condenado al vicepresidente de la Balompédica Lebrijana, D.P.C., a una multa de 225 euros y aviso de privación de libertad por los insultos, vejaciones y coacciones reiterados a una periodista.
Los hechos se produjeron por última vez el 12 de febrero de este año, según recoge la sentencia que refleja que la periodista había recibido insultos en varios partidos en los que la Lebrijana jugaba en el campo Municipal de Lebrija, donde también juega sus partidos como local el Antoniano, otro equipo de la misma localidad.
Ese día, a la finalización del derbi local, en el que venció la Lebrijana, un grupo de aficionados entre los que se encontraba el condenado se posicionaron ante la cabina de retransmisiones, profiriendo gritos como "pez globo", "hemos ganado, jódete", "muérete" o "fuera, turca" -apelativo con el que se conoce despectivamente a los aficionados del Antoniano.
La sentencia recoge que los episodios intimidatorios se habían repetido en varias ocasiones "y han impedido, coaccionado y restringido la libertad" de la periodista "para desarrollar normalmente el ejercicio de su profesión".
Refleja, además, que la periodista, que llevaba 25 años retransmitiendo en directo todos los partidos de los equipos locales en varias categorías, tuvo que dejar su trabajo y ser sometida a un tratamiento médico.
El juez señala que otros dos inculpados fueron absueltos al haberse arrepentido de los hechos y aceptar Ruiz sus disculpas, pero el condenado no tuvo "la honradez y humildad de sus otros dos amigos como para pedir perdón, y más cuando ésta ha mostrado que estaba dispuesta a perdonar con el simple gesto del arrepentimiento".
La propia periodista ha hecho pública una carta abierta en la que lamenta haber tenido que dejar su labor profesional por el estado de ansiedad que actualmente le provoca entrar en el estadio, recordando que los hechos se produjeron delante de su hija, "que vivió impotente esa escena que siguió con abucheos cuando salía en la unidad móvil del campo del fútbol", un suceso que "me provocó dolor y rabia y sobre todo un impacto emocional que no olvidaré jamás".
Lamenta también que en reiteradas ocasiones "había pedido a los responsables del club que pararan ese acoso", pero sólo fue capaz de escucharla en una ocasión y parar los insultos un domingo. Además, asegura que el club ha reaccionado a la sentencia prohibiendo el acceso al estadio a su emisora, así como que ha sido amenazada "a través de terceras personas".