El 30 de agosto de 2003, cuando Yeste le chocó las manos en el minuto 76, Jon Andoni García, deportivamente conocido como Jonan García, probablemente cumplió el sueño de su vida. El sueño de muchos niños vascos que se imaginan a sí mismos debutando en San Mamés. Y contra todo un Barcelona, porque aquel día, el mismo que Ander Iraola se vistió de Primera División por primera vez, el Athletic Club jugaba nada menos que contra el Barcelona de Ronaldinho, Saviola, Cocu, Xavi...
Casi con total seguridad que, en aquel momento, sería inconcebible para su imaginación que 15 años después terminaría entre rejas por ser considerado uno de los líderes de trama de amaños en partidos de Segunda División B y Tercera División contra la que la Policía Nacional ha lanzado una gran operación este lunes y que se ha saldado con 24 detenidos.
Presuntamente, Jonan García y otro exfutbolista profesional cuya identidad aún no ha trascendido -el caso que investiga el Juzgado Número 1 de Zafra, Extremadura, se encuentra bajo secreto de sumario- serían los líderes de una trama de amaños de partidos en las categorías inferiores del fútbol profesional en España y en la que ambos supuestamente convencían a los jugadores de los diferentes equipos aprovechando su experiencia y su pasado profesional para que estos amañasen estadísticas de los partidos tales como los saques de esquina o el número de faltas.
La investigación, que comenzó por las sospechas de la federación extremeña, quien traslado sus dudas sobre tres partidos de 2016 a la Fiscalía, ha terminado en una gran operación a nivel nacional con 24 detenidos -seis de ellos en Murcia, Aguilas y Jumilla- ha llegado hasta diferentes casas de apuesta de China, tal y como contó EL ESPAÑOL en un reportaje donde también se explicaba cómo estos amaños servían también para engañar a las diferentes casas de apuestas orientales.
Jonan García nunca llegó a jugar en China, pero sí lo hizo en Grecia y en Chipre, aunque fue después de un futuro tan prometedor como descorazonador fue su declive desde que salió del Athletic. Porque lo cierto es que Jonan García estaba considerado como una de las grandes perlas de Lezama, de la prolífica cantera del Athletic Club. Es más su relación con el club bilbaíno siempre estuvo ligada a la figura de Ernesto Valverde, hoy entrenador del Barça de Messi, Luis Suárez y compañía.
Fue el Txingurri quien desarrolló sus habilidades desde que coincidió con él en el cadete de los leones. Es más, aquel equipo, que tenía como estrellas al propio Jonan y a Aritz Solabarreta, se proclamó campeón de la Nike Cup en 1998, en París, y recibió como premio una visita a EuroDisney y entradas para la final del Mundial entre la Francia de Zinedine Zidane y el Brasil de Ronaldo Nazario. Era la generación de 1983.
Aquello, sin saberlo, era el comienzo de algo, para Valverde seguro, para Jonan probablemente. El joven de Bilbao, ya con peña propia en Santutxu, evolucionó tanto en Lezama que cuando el propio Valverde tomó el control del primer equipo y de San Mamés lo hizo debutar en aquel encuentro de 2003 frente al Barcelona.
Justo un año antes, Jonan García consiguió el que quizás sea el título más importante de su carrera profesional. Junto a Dani Jarque, Andrés Iniesta, Sergio García o Álvaro Arbeloa y a las órdenes de Iñaki Sáez justo de que este diera el salto a la absoluta, aquella selección sub19 se proclamó campeona de Europa de la categoría en una final en Oslo donde el solitario gol de Fernando Torres en el 55 y ante Alemania anticipaba glorias futuras con los mayores.
El sueño, sin embargo, se acabó ahí, después de 39 partidos en la máxima categoría con dos goles en su casillero.
Una vez Valverde abandonó el banquillo de San Mamés y Mendilibar tomó el control del conjunto vasco, Jonan se quedó sin dorsal y comenzó una peregrinación de hasta 11 equipos en los que nunca halló su lugar. Ni en España ni en Grecia. Un viaje sin retorno que terminó con una última aventura en el Othellos Athienou de Chipre. La retirada era una realidad, aunque al parecer dejó de jugar, no de decidir los partidos.