En una entrevista con The Sun, David Silva habló del momento más difícil de su vida. Su hijo Mateo tuvo que estar ingresado cinco meses en un hospital en Valencia como consecuencia de las complicaciones que surgieron al nacer con sólo 25 semanas de vida.
"Estaba muerto de miedo. Fueron tiempos muy difíciles, los meses más complicados de mi vida. Vine a España y hablé con los médicos, tenían respuestas diferentes, no sabíamos qué iba a pasar mañana. No puedes concentrarte al 100% en tu trabajo o profesión cuando tienes un problema así", dijo el jugador español. "Cuando vuelves al vestuario y miras al móvil, comienzas a preguntar: '¿Qué estará pasando? ¿Está mejorando? ¿Qué es lo que va a pasar?'.
El jugador del Manchester City, que recibió el permiso de Guardiola para perderse varios partidos debido a la necesidad de estar junto a su familia, sabe que lo vivido le ha hecho más fuerte. Así lo demuestra el tatuaje que tiene en su brazo con el lema 'Nunca rendirse'. "Si tengo algún problema, cuando me siento un poco deprimido, miro esto. Mi hijo ha pasado por un mal momento, pero me ayuda a ser más fuerte nuevamente".
La situación de Mateo es mejor y sigue evolucionando positivamente. Todo eso ayuda y le da fuerzas al jugador canario. "Gracias a Dios todo está bien ahora. Tengo que vigilarlo todo el tiempo. Los doctores están haciendo diferentes pruebas pero cruzo los dedos porque todo va bien. Estoy muy feliz y estaré 100% listo para la nueva temporada. Ha cambiado mi forma de pensar mucho en la vida. Ahora mi prioridad ha cambiado completamente hacia mi vida familiar. Pero no ha cambiado la forma en que veo el fútbol".