El estreno de Luis Enrique como seleccionador español trajo como resultado un curioso 6-2 a favor del Real Madrid ante el Barcelona. No, no es solo una goleada futbolística, sino también estratégica y de gestión. El exentrenador culé se rindió de esta forma ante la actual plantilla blanca, campeona de tres Champions consecutivas, y terminó por destapar aquella farsa sobre La Masía que se vendió durante años. No era una cuestión de modelo, aquel equipo azulgrana plagado de canteranos y nacionales solo fue fruto de la casualidad y de una generación irrepetible.
El Real Madrid, en cambio, ha ido en los últimos años sumando canteranos como Carvajal o Nacho a jóvenes nacionales con proyección como Dani Ceballos. Precisamente, el mediocentro ha sido la gran sorpresa de Luis Enrique. A los madridistas antes nombrados les acompañarán en la lista Sergio Ramos, capitán y líder indiscutible de la Selección, Isco y Asensio.
Incluso pudieron ser más los jugadores merengues en la primera convocatoria del nuevo seleccionador. Odriozola no ha podido debutar aún en partido oficial por culpa de una lesión y Lucas Vázquez se ha caído respecto a la lista del Mundial de Rusia. A ellos dos, próximamente se sumará Mariano como uno de los candidatos a ocupar un puesto dentro del grupo de Luis Enrique. El hispano-dominicano, con su fichaje por el Real Madrid, y las oportunidades que tendrá de Lopetegui tiene ante sí una buena oportunidad para ser, por fin, internacional con España.
Por otro lado está el Barcelona. Con Iniesta de retiro dorado en Japón y con Piqué ya fuera de la Selección, el club catalán solo aporta dos futbolistas a la convocatoria de Luis Enrique. Los elegidos son Busquets, indiscutible en su puesto, y Sergi Roberto, un jugador muy del gusto del técnico por su polivalencia y que es de su entera confianza. En cambio se cae un Jordi Alba que mantuvo sus notables diferencias con el entrenador en su época culé. El lateral terminó siendo suplente e incluso pudo salir si el asturiano hubiera continuado en el Camp Nou. De esos polvos, estos lodos. Luis Enrique no ha dudado en cobrarse las cuentas pendientes con un Alba que a sus 29 puede dar por cerrada su etapa como internacional de momento.
El cambio del Barça en ocho años
Esta purga del Barcelona en la Selección la ha escenificado Luis Enrique. Ni el propio técnico ha podido salvar del sonrojo a un club azulgrana que está lejos de lo que fue. Tras años en los que la palabra cantera llenaba las declaraciones de todos los directivos, ahora ven cómo se ha convertido en un equipo residual en cuanto a la aportación de jugadores a España. De la selección campeona en 2010 con Puyol, Piqué, Xavi, Iniesta, Víctor Valdés, Busquets y Pedro a la que se estrenará en la UEFA Nations League con solo dos futbolistas representando a La Masía.
Tampoco estará Koke ante Inglaterra y Croacia. El centrocampista del Atlético ha sido otro de los sacrificados por el seleccionador que se estrenará en el banquillo ante el combinado inglés el próximo día 8 de septiembre. Luis Enrique ha evolucionado en apenas unas horas. De ser el ídolo culé y bandera del antimadridismo a convertirse en el purgador de la Selección.
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