Florentino Pérez Rodríguez (8 de marzo de 1947, Madrid) siempre fue un buen estudiante que no bajaba del sobresaliente en ninguno de sus exámenes. Ahora, con "el gorro de presidente del Real Madrid" puesto como él dice, también pasa la prueba ante los socios compromisarios con matrícula de honor.
Algunos presagiaban, o mejor dicho deseaban, que la Asamblea para aprobar la financiación del nuevo Estadio Santiago Bernabéu fuera la más difícil del máximo dirigente blanco. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. El 92,70% de los votos fueron a favor de la propuesta de la junta directiva. Es decir, Florentino, el ingeniero, volvió a pasar con nota una nueva convocatoria.
El presidente del Real Madrid se mostró más a cuerpo descubierto que nunca. Porque él, que salvó de la catástrofe al club en el año 2000, reconoció por primera vez que avaló con su patrimonio para evitar la conversión de la entidad en Sociedad Anónima Deportiva. Incluso desveló por su propia boca las pintadas y amenazas que ha tenido que sufrir por echar a los violentos del estadio que ahora convertirá en la joya de la corona de su mandato.
Los 40 títulos logrados bajo su presidencia hablan por sí solos de la transcendencia de Florentino Pérez en la historia deportiva del Real Madrid tanto en fútbol como en baloncesto. Pero su gestión ha ido siempre más allá de que la pelotita entre o no en la portería o en el aro. Como hizo en su día Santiago Bernabéu, Florentino ha querido llevar al club a una nueva dimensión.
Por ello construyó la Ciudad Real Madrid en Valdebebas, dejando atrás la antigua Ciudad Deportiva. Era el 12 de mayo de 2004 cuando Dani Carvajal, ahora miembro de la primera plantilla y entonces uno de los de niños de las categorías inferiores, y Di Stéfano pusieron la primera piedra de lo que hoy ya es el corazón de la cantera y del día a día de los equipos de fútbol y basket. Una evolución que ha cambiado por completo el modelo del Real Madrid, llevándolo a un nivel superior y siendo la envidia de todos los clubes por unas instalaciones inmejorables.
La transformación del Real Madrid la llevó a todas las áreas: económica, social, comunicación... Con Florentino Pérez se entró en el siglo XXI y con su legado se llegará hasta el siguiente. Porque su gran obra incorporará el nuevo Santiago Bernabéu, la casa de todo los madridistas y que volverá a ser el eje sobre el que se edificará el futuro del club.
En 2009 tuvo que regresar ante las tropelías que habían sucedido en la entidad después de su salida solo tres años antes. Porque no salvó solo una vez al club, lo hizo en dos ocasiones. Ahora, ya nadie se imagina un Real Madrid sin Florentino Pérez. Ni siquiera sus detractores, que son pocos y los que a su vez no desean el bien a ese equipo con un escudo redondito en el pecho y con las vitrinas repletas de títulos.
Porque ser 'florentinista' es fácil. Es lo normal. Es ser madridista.