El Tribunal de Primera Instancia de la ciudad de Agadir, en el sur de Marruecos, está juzgando a cuatro hinchas de fútbol marroquíes por haber desplegado la bandera española en un partido del campeonato local.
Los cuatro procesados están acusados de "ultraje a unos de los símbolos nacionales", según dijo a Efe Husein Sebai, abogado defensor de los acusados, quien añadió que tres de los procesados están en libertad condicional y uno de ellos, de 20 años, se encuentra en detención preventiva desde el pasado miércoles.
Los hechos remontan al pasado día 6 de octubre cuando los cuatro hinchas del club local de Hassania de Agadir ondearon una bandera de España durante un partido de su equipo contra el rival (Olympique de Juribga), en la primera división del campeonato marroquí conocido como Botola Pro.
El abogado explicó que la Corte decidió en la sesión de hoy aplazar el juicio al próximo viernes para permitir que los miembros de la defensa preparen sus alegatos. "La decisión de la Fiscalía de juzgar a mi cliente no está justificada. La bandera de España es símbolo de un país vecino y amigo y se vende en diferentes versiones en el mercado marroquí", precisó Sebai.
Agregó que el despliegue de la bandera de España no supone ninguna humillación a la bandera de Marruecos, puesto que los jóvenes que la levantaron no corearon consignas que hicieran evidente ningún ultraje.
Aunque los hinchas de fútbol de las ciudades septentrionales como Tánger y Tetuán despliegan de vez en cuando la bandera de España en los partidos de sus equipos cuando juegan contra los clubes de las ciudades del centro del país, este gesto había pasado desapercibido hasta hace poco tiempo.
En las últimas semanas, los medios oficialistas denunciaron que el despliegue de la bandera española tiene un significado político, después de que en una protesta en Tetúan este gesto fue acompañado con cánticos como "El pueblo quiere renunciar a la nacionalidad marroquí".
El pasado 28 de septiembre, un partido de la Botola Pro entre el equipo local de Tetuán y el de Marrakech se convirtió en una marcha de protesta por las calles de Tetuán de miles de personas por la muerte de la joven tetuaní Hayat, de 19 años, por disparos de la Marina Real cuando viajaba en una patera hacia la costa española.
Aquellos jóvenes no solo gritaron contra su nacionalidad, sino que dijeron en varias ocasiones "Viva España" y ondearon la bandera del país vecino, lo que fue muy criticado dentro de Marruecos.