La noche de Halloween no es una noche cualquiera. Los niños se disfrazan y disfrutan llamando a las puertas de las casas para pedir caramelos y muchos adultos salen de fiesta para celebrar el evento ya que el día siguiente es festivo.
En el año 2001 Benjamín Zarandona, exjugador del Betis, decidió hacer una fiesta en su casa para parte del beticismo. El conjunto verdiblanco acababa de ascender a Primera División con Juande Ramos en el banquillo. Todo iba normal hasta que apareció Manuel Ruiz de Lopera, el que era presidente del Betis por entonces.
Se trataba de una fiesta en una casa con un grupo de jóvenes celebrando Halloween la noche del 31 de octubre de 2001. Algo muy normal hoy en día, salvo que en ella la mayoría de presentes fueran futbolistas de un equipo como puede ser el Betis y con un presidente como Lopera al mando.
Todo discurría con normalidad hasta que el expresidente del conjunto verdiblanco se entera de la fiesta, lo que le hace llamar a su entrenador, a Juande Ramos, y a presentarse ambos en la casa de Benjamín, donde había jugadores como Denilson o Joaquín. A partir de aquí es cuando nace toda la historia y la rumorología protagonizada por el guateque organizado por los futbolistas del Betis.
La llegada de Lopera
Nadie se lo esperaba. Nadie iba a saber que en una fiesta con alcohol, música y chicas iba aparecer una visita inesperada para todos. Y el primero que se dio cuenta fue Benjamín. "Fue una fiesta con más gente de lo debido. Esperábamos que vinieran unas 30 personas y al final aparecieron muchas más, por lo que se nos fue de las manos".
Benjamín decidió salir fuera de su casa para revisar que todo estaba bien y fue ahí cuando vio a su presidente. "Vi un coche aparcado y con gente metida dentro. Al principio pensé que se estaban metiendo algo o haciendo otras cosas", relata el exjugador bético. "Cuando apareció Lopera y le vi, me asusté. Él dijo que estaba sorprendido de todo aquello y que no se lo esperaba", comenta.
"Cuando Benjamín me vio se puso blanco y de repente empezaron a escucharse gritos y a salir gente por las ventanas debido a mi presencia. Benjamín tenía varias copas en la mano y vi como Denilson, que posteriormente no paraba de temblar, intentó saltar por una ventana, con varios jugadores escondidos tras las cortinas", dice Lopera.
Al entrar Lopera y Juande a la casa, el expresidente del Betis se encontró con la siguiente situación: "Había chicas y mucha gente bailando. Una de ellas comentó que si la fiesta era importante al verme a mí y a Juande. Había dos sofás quemados debido a las colillas".
La relación entre Lopera y Joaquín
Joaquín, uno de los jugadores más queridos por la afición bética y que muchas veces es noticia fuera de los terrenos de juego, también estuvo en la 'reunión' del equipo. "Fue una cena que hicimos en casa de Benjamín", recuerda. "Había 200 personas. Allí estábamos en la gloria y de repente veo a Benjamín subiendo unas escaleras con la cara desencajada diciendo que quién había invitado a Lopera".
Al futbolista español nunca se le olvidará el momento en el que subió por las escaleras y les dice que si estaban "concentrados" de cara al siguiente partido. "Nos iba cogiendo a uno por uno. Denilson quería saltar yo no sé por dónde y yo le decía: '¿Dónde vas? Que hay dos metros, que te vas a matar. Déjalo que te vea y te diga lo que quiera'. Tenía medio cuerpo asomado por la ventana y decía: 'Que no me paga'".
Tras hablar Lopera con cada uno de los jugadores, le tocaba el turno con Joaquín: "De pronto se para delante de mí y dice: 'Hombre si está aquí el niño. Muy pronto estás empezando tú'". "La suerte que tuvimos es que estábamos todos", relata. "En lo mejor de la noche nos cortó toda la fiesta", recuerda entre risas Joaquín.
La fiesta de la noche de ese 31 de octubre se convirtió en una cita que marcaría toda la temporada para un grupo de jugadores. Tal vez gracias a ella, y al enfado de Lopera, consiguieron lograr la clasificación europea para la UEFA tras una buena temporada quedando en sexta posición, a pesar de que cuatro días después de la celebración, el Betis perdiera en casa ante el Zaragoza, para después estar seis partidos sin conocer la derrota.
Joaquín y su otra cara lejos del césped
La anécdota de Halloween fue el comienzo del jugador bético en lo que se conoce sobre su faceta extradeportiva. Desde entonces ha dejado numerosos recuerdos para la historia demostrando que también es noticia fuera de los terrenos de juego.
Los numerosos chistes que ha contado en su larga trayectoria deportiva siempre han estado presente en la memoria de muchos amantes del fútbol, especialmente de los seguidores béticos.
También se recordará su intento por hablar italiano tras uno de sus primeros partidos con la Fiorentina. O aquella confesión que hizo junto a Julio Baptista sobre su deporte preferido lejos del fútbol: el tenis. La anécdota y las risas del gaditano dieron origen al famoso grito de 'Hulio'.
La vida de Joaquín está marcada por su vida como berdiblanco. Tras uno de los éxitos más grandes del Betis, la Copa del Rey 2004/05, Lopera se presentó en la boda del jugador con el trofeo conquistado por el club. Las fotos del enlace de Joaquín con su esposa tienen a la Copa como la gran protagonista.
La vuelta al Betis tras su aventura italiana no ha hecho sino hacer crecer la leyenda del '17' bético. Joaquín ha llegado incluso a bromear con la Selección. Tras la segunda convocatoria de Luis Enrique como seleccionador español protagonizó uno de sus últimos virales. El gaditano no apareció en ella y no tardó en publicar en sus redes sociales que tenía dos llamadas perdidas y que no sabía quién era, por lo que hacía un llamamiento al exentrenador del Barcelona para que le aclarase si había sido él o no y si iría convocado con España.