La muerte de Daniel Correa, jugador del Sao Paulo cedido al Sao Bento, pone los vellos de punta. Torturado, mutilado y asesinado, un crimen atroz que todavía no se ha resuelto. Según publica Globoesporte la policía brasileña ha detenido a tres posibles colaboradores en el asesinato de Correa, que perdió la vida el pasado 27 de octubre supuestamente a manos de Edison Brittes, que se declaró culpable horas después de la desaparición del jugador.

La Corte Penal de São José dos Pinhais (Curitiva) emitió el miércoles una orden de detención temporal de 30 días contra tres nuevos sospechosos, Ygor, David y Eduardo Henrique, 19. Los tres sospechosos se suman así a Brittes, su mujer Cristiana, víctima de la supuesta violación por parte de Correa, y Allana, su hija.

En cuanto a la víctima, el pasado jueves se le practicaron nuevas pruebas forenses al. El examen toxicológico apuntó la presencia de alcohol en el cuerpo del jugador, con una tasa de 1,34 gramos de alcohol por litro de sangre, una cantidad que supera el triple de lo permitido en España a la hora de conducir.

También este jueves salieron a la luz varios testimonios de testigos que no presenciaron la tragedia pero sí los momentos previos. Alguno de ellos contó a la policía como Correa salió de la casa de Edison Brittes a la fuerza y cómo se oyeron gritos de auxilio minutos después: "Socorro, que alguien me ayude, no quiero morir".

"Mi esposa pedía auxilio"

Horas después de la muerte de Daniel Correa, Edison Brittes confesaba la autoría del crimen y desveló que encontró al jugador del Sao Paulo en la cama sobre su mujer: "Cuando abro la puerta, estaba encima de mi esposa mientras ella pedía auxilio. Lo que hice fue lo que haría cualquier hombre, porque la mujer que estaba allí no era mi esposa. Eran todas las mujeres de Brasil", contó en una televisión brasileña.

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