Hércules CF y CD Castellón se enfrentaban en la tarde del domingo en el José Rico Pérez de Alicante en un derbi autonómico que no se disputaba desde hace muchas temporadas, ahora en el tercer grupo de la Segunda División B. Tres horas antes del encuentro, sobre las tres de la tarde, unos sesenta aficionados de ambos equipos han sido partícipes de una brutal pelea.

La reyerta se ha saldado con siete heridos, dos de ellos graves que han tenido que ser trasladados al Hospital General de Alicante. Ambos eran varones, de 41 y 27 años respectivamente. Según fuentes de la Policía Local, los ultras de ambos equipos se habían citado para pelearse. 

El Cuerpo Nacional de Policía ha tenido que actuar después de la llamada de la Policía Local demandando refuerzos. Las fuerzas de seguridad han llegado a requisar palos, hierros y otros objetos contundentes, e incluso, durante el conflicto, han tenido que efectuar disparos al aire a modo disuasorio, así como mecanismos de autodefensa.

El partido no estaba declarado de alto riesgo

55 personas han sido identificadas, 30 seguidores del Castellón y 25 del Hércules, siendo detenidos tres varones, de 27, 34 y 36 años respectivamente, dos por un presunto delito de riña tumultuaria y el otro por atentado a la autoridad. Sorprendentemente, el partido no estaba declarado de alto riesgo a pesar de la rivalidad histórica entre ambos conjuntos.

El CD Castellón ha querido desmarcarse rápido de la situación y ha emitido un comunicado oficial en el que "quiere mostrar su total condena y repulsa de estos incidentes". "La entidad albinegra ya está trabajando en colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para identificar a los violentos que han producido estos incidentes", dice el equipo valenciano, que añade que "en caso de alguno de los violentos sea abonado del CD Castellón, la entidad tomará las medidas oportunas".

[Más información: Marcos Moreno, el pichichi del fútbol español: de La Roda, mozo de almacén y fan de Cristiano]

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