Salamanca se parará este domingo. La ciudad vivirá su tercer derbi entre Unionistas y Salmantino tras la desaparición de la Unión Deportiva Salamanca. Dos clubes enfrentados en el presente por el pasado. Dos formas de entender el futuro. El fútbol popular contra el oscurantismo más recalcitrante.
De un lado se encuentra Unionistas de Salamanca, el equipo que nació como homenaje a la extinta UDS. Empezó a competir desde abajo, la División Provincial en la 2014/2015, y acumula tres ascensos en cuatro temporadas. Una entidad diferente en la que cada socio es dueño del club y tiene un voto para decidir escudo, himno, camiseta y dar el visto bueno al presupuesto.
El fútbol popular de Unionistas
Su campo actual está a solo 50 metros del histórico El Helmántico. Cada partido son los voluntarios los que sacan el trabajo adelante en Las Pistas. Unionistas cuenta con el apoyo y patrocinio de empresas locales como Ecotisa que han permitido al equipo asaltar la categoría bronce. En la actualidad ocupa la 12ª posición de la tabla tras una gran racha que le ha hecho salir de los puestos de descenso y asentarse en la zona tranquila del Grupo I de Segunda B.
La mejor noticia para Unionistas llegó antes del derbi. Por fin se hizo oficial que tendrá una nueva casa que le permitirá aumentar su aforo y contar entre 4.000 y 5.000 aficionados en cada partido. Este campo será el Reina Sofía y compartirá las instalaciones con el Monterrey, club histórico charro en divisiones inferiores. Un acuerdo que beneficia la expansión de ambas entidades y que contará con un menor gasto municipal al ser una remodelación y no una nueva construcción.
Miguel Ángel Sandoval, presidente de Unionistas, atiende a EL ESPAÑOL mientras termina "unos recados" de cara al derbi. "Aquí trabajamos todos y el presidente el primero", afirma. El máximo mandatario no puede ocultar su satisfacción con la próxima mudanza al Reina Sofía: "Es más que un ascenso, por fin tenemos casa y la compartimos con el decano del fútbol salmantino. Es muy importante porque es establecer al club y a la cantera en un mismo sitio". Además, por fin podrán ahorrar costes y "destinarlos así a mejorar la plantilla en próximas temporadas".
Sandoval, 'Sando' como se le conoce en la ciudad, no es un presidente al uso. Es el primer voluntario de Unionistas y normalmente vive los partidos en la grada. Prefiere estar junto a los aficionados que en el palco. El acuerdo por el nuevo campo colma de alegría al presidente que destaca también el papel de Tom, responsable de institucionales de la entidad. "Unionistas va a tener larga vida", sentencia antes de volver a sus tareas.
Para culminar su semana grande, Unionistas intentará imponerse por primera vez al Salmantino en encuentro oficial. La pasada campaña los dos duelos terminaron con victoria del equipo entrenado ahora por Antonio Calderón y con Martín Galván como héroe. El mexicano fue el autor del tanto del triunfo en ambos partidos, aunque esta vez no podrá repetir ya que será baja por lesión. La trayectoria del canterano del Cruz Azul ha estado plagada de altibajos e incluso de polémicas fuera de los terrenos de juego.
Si Unionistas es la cara alegre previa al derbi, el Salmantino es la triste. El club vive en una continua crisis que le ha llevado a un cambio de entrenador y a las dimisiones del director deportivo y del presidente. En el pozo de los puestos de descenso a Tercera con tan solo 10 puntos y sin conocer la victoria lejos de El Helmántico, el derbi es su carta en busca de una reacción tanto deportiva como institucional.
Movilla, mítico exjugador del Atlético, Zaragoza y Rayo entre otros, se dimitió como director deportivo cargando duramente contra el Salmantino: "En el mes de junio me incorporé a un club casi vacío y devastado por las malas gestiones. La primera vez que entré en las oficinas me dieron ganas de salir, coger mi coche y volver a Madrid". Además, dio las explicaciones sobre su salida: "No puedo trabajar con personas que imponen jugadores o entrenadores que no tienen nivel para jugar en esta categoría".
El exfutbolista dio luz al extraño 'modus operandi' de Carlos Martín, anterior presidente, Manuel Lovato, teórico dueño mexicano, y compañía: "No voy a dejar que me den órdenes sobre fichajes o bajas personas que no conocen este deporte y solo se guían por lo que ven en un Twitter o con el resultado del encuentro". Una serie de intereses oscuros, y que nada tienen que ver con el rendimiento deportivo, provocaron que Movilla volviera a Madrid, aunque no sin antes descubrir algunos de los 'secretos' que ya eran vox populi en Salamanca.
El Salmantino nació en 2013, aunque con polémica. Bajo el nombre del anterior filial de la Unión ocupó su plaza hasta que fue descendido a Provincial al terminar la temporada 2014/2015 al ser un club de nuevo creación. Si convulsos fueron sus inicios, más aún serían los siguientes años. Con una sociedad que nadie conocía se hizo con El Helmántico con una oferta de última hora de un millón de euros.
La oscura sombra de Agapito Iglesias en el Salmantino
En teoría, el propietario es el actual presidente Manuel Lovato, un mexicano ¿millonario? del que no existe apenas información. A la sombra del Salmantino siempre ha existido la figura de Agapito Iglesias, expresidente del Real Zaragoza en la época más oscura del club maño. De hecho, el empresario, protagonista en múltiples causas judiciales, se libró de la cárcel al anular el Supremo la condena de cuatro años impuesta por la Audiencia Provincial de Zaragoza por un delito de malversación de caudales públicos.
El Salmantino siempre ha negado cualquier relación con Agapito Iglesias, aunque el empresario fue uno de los protagonistas el pasado fin de semana en el homenaje a los héroes del ascenso a Segunda B. Por la propia megafonía del Estadio El Helmántico, antes del encuentro contra el Castilla, se nombró al empresario como uno de los artífices. También su hijo, Víctor, que tiene un puesto en el club aunque sin que se termine de aclarar cuáles son sus funciones reales.
EL ESPAÑOL ha intentado contactar con el Salmantino para poder preguntar sobre diferentes asuntos a Manuel Lovato, el teórico propietario y nuevo presidente, pero no ha recibido respuesta. De igual forma, tampoco cualquier representante de la entidad. En conversaciones con profesionales de la prensa deportiva de Salamanca, estos han mostrado también a este medio que el silencio suele ser la respuesta habitual de un club que asegura ser la extinta Unión Deportiva Salamanca.
Otra de las polémicas que rodean al Salmantino está en el nombre y el escudo. El club cambió fuera de plazo su denominación para pasar a ser llamado Salamanca CF UDS. Sin embargo, en toda consulta realizada a la RFEF, se asegura que debe ser llamado Salmantino durante la presente temporada ya que la petición no llegó según las normas y no será oficial hasta la próxima campaña.
En cuanto al antiguo escudo de la Unión Deportiva Salamanca, Unionistas y Salmantino libran otra batalla fuera de los terrenos de juegos. En este caso este partido se desarrolla en los juzgados, ya que el club del enigmático Lovato compró el paquete de la Administración Concursal había puesto a la venta. Sin embargo, la EUIPO ha dado la razón a Unionistas que tiene registrada la marca para evitar que cualquier club la usara en un futuro.
A pesar de ser un asunto no resuelto aún judicialmente, el Salmantino ha decidido utilizar el escudo de la Unión Deportiva Salamanca en sus camisetas. De hecho, en caso de que la justicia le de la razón, Unionistas podría exigir daños y perjuicios por el uso que se ha estado realizando este tiempo de la marca.
La realidad es que ambos clubes también se diferencian por el uso que quieren hacer del escudo de la extinta UDS. Unionistas no se plantea sustituirlo por el suyo, sino solo honrarlo como recuerdo a un club que murió. Sin embargo, el plan del Salmantino o futuro Salamanca CF UDS está usarlo como oficial y suplantar la identidad de la Unión.
Tal es la polémica que exaficionados de la Unión Deportiva Salamanca han mostrado durante la última semana su preocupación y enfado con el Salmantino. A través de una campaña viral bajo el hashtag #UniónSoloHuboUna, estos seguidores han asegurado que "las refundaciones constituyen un fraude al fútbol y al Estado". Afirman también que el Salmantino tiene "todo el derecho a competir, siempre y cuando lo haga bajo una identidad propia y original".
A pesar de la máxima tensión que se vive en Salamanca, ambos clubes han insistido en que la rivalidad se quede solo sobre el césped de Las Pistas. Y es que la batalla por la memoria histórica de la UDS aún tiene varios partidos más por jugarse e incluso juicios pendientes. Una ciudad de tan solo 145.000 habitantes que vive dividida desde la triste desaparición de la Unión, allá por 2013, cuando cumplía 90 años.