El PSG venció al Liverpool y consiguió salvar el match-ball en contra que tenía de cara a la clasificación a los octavos de final de la Champions League. Los franceses marchaban terceros antes del encuentro y una derrota les hubiera dejado fuera de la siguiente fase, sin duda un varapalo para un proyecto que tiene a la competición europea como gran objetivo y para ello han hecho una gran inversión.

En dicha victoria por 2-1 fue clave Neymar. El brasileño anotó el segundo gol y fue un verdadero quebradero de cabeza para la defensa red. Dicho tanto anotado por el '10' le convirtió en el máximo goleador brasileño en la historia de la competición con 31, superando a Kaká con el que estaba empatado con 30 hasta el minuto 37 de encuentro cuando marcó un gol clave.

Con este triunfo el conjunto parisino deja muy encarrilada la clasificación, ya que con ganar al Estrella Roja en la última jornada se aseguraría un puesto en la siguiente ronda, pero todavía no está matemáticamente en octavos ya que una victoria del Liverpool y no ganar al conjunto de Belgrado le dejaría fuera.

Neymar, en el encuentro ante el Liverpool IAN LANGSDON Agencia EFE

Bronca con la afición

El crack brasileño mostró su peor cara en el ecuador de la segunda parte cuando se encaró con la afición y por estar pendiente de los aficionados perdió un balón que provocó que toda la grada le dedicase una pitada monumental que a buen seguro no le gustó nada al '10' del PSG.

Finalmente, los tres puntos se quedaron en París y la bronca con la afición quedó en una mera anécdota. Los jugadores acabaron festejando junto a la afición y Neymar fue uno más celebrando de una manera muy efusiva, como si se hubiese clasificado, algo que todavía no ha ocurrido y el pase se lo jugarán en la última jornada.

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