José Luis Núñez Clemente se sentó en el palco del Camp Nou en 1978 y se convirtió en el presidente número 35 en la historia del FC Barcelona. Desconocido para la afición y casi para el propio club azulgrana, Núñez hizo buena su campaña 'Per un Barça triomfant' y se impuso con 10.352 votos a Ferran Ariño, con 9.537, y a los 6.202 de Nicolau Casaus.
Nuñez no solo ganó en las urnas, sino que logró un aumento exponencial en las gradas, con notable incremento del número de abonados. A su llegada al Camp Nou el número de socios del Barça era de 77.905 socios, una cifra que se elevó hasta los 106.000 socios en el año 2000, cuando abandonó el palco. También aumentó el número de peñas del Barça, de 96 a 1.300.
Además, el dirigente vasco aumentó el patrimonio del Barça notablemente, remodeló el Camp Nou bajo su mandato y se construyó el Miniestadi (1982), el Museo (1984) y una residencia para los canteranos, ubicada en La Masía.
Bajo su mandato, el más largo hasta la fecha, Núñez fue el que más títulos logró, un total de 140 títulos oficiales repartidos entre fútbol (27), baloncesto (26), balonmano (50) y hockey patines (37). Además, la bonanza económica que se vivía en la ciudad condal permitió la llegada de uno de los mejores jugadores de la historia, Diego Armando Maradona.
El motín del Hesperia
Muchas luces que también estuvieron acompañadas de sombras. El declive de Núñez en Barcelona comenzó en 1988, cuando 14 integrantes del primer equipo se revelaron contra el presidente azulgrana y pidieron su marcha. La negativa del dirigente obligó la espantada de Urruti, Calderé, Rojo, Clos, Manolo, Covelo, Pedraza, Gerardo, López López, Víctor, Moratalla, Nayim, Schuster y Amarilla.
En su última época, Núñez fue sometido a una moción de censura que impulsó el llamado 'Elefant Blau', liderado por Joan Laporta, quien en el 2003 alcanzaría la presidencia. A pesar de haber recogido en las urnas el apoyo de la afición que no validó el voto de castigo, después de que el año anterior (1997) ganase claramente en las elecciones a Ángel Fernández, Núñez no tuvo un momento de tranquilidad, a pesar de haber logrado aquel 1998 que todas las secciones profesionales ganasen el título de Liga.
Con los últimos años de Van Gaal en el banquillo se iniciaba a la par la caída de un Núñez que no sólo era cuestionado en el entorno azulgrana, sino en el suyo profesional, en que la justicia le había puesto el ojo después de que se descubriesen una serie de irregularidades en algunas inspecciones de Hacienda con su empresa. Ante la presión que se le venía encima, Núñez decidió dimitir en el 2000 y convocar elecciones y fue Joan Gaspart quien ocupó la presidencia.
Condenado a seis años de cárcel en 2011
Su momento más dramático tuvo lugar en el año 2011, cuando el expresidente culé fue condenado a seis años de prisión tras demostrarse que había sobornado a inspectores de Hacienda para favorecer los intereses de su empresa, el Grupo inmobiliario Núñez y Navarro.
La sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona consideró probado que Núñez y su hijo sobornaron a inspectores de Hacienda con casi un millón de euros para lograr dejar de declarar al fisco en torno a 13,1 millones, entre los años 1991 y 1999. También fue condenado su asesor financiero, Salvador Sánchez Guiu, a 6 años de prisión y 2 millones de euros de multa.
La sentencia fue recurrida al Tribunal Supremo, que finalmente rebajó la condena hasta los dos años y dos meses de prisión, alegando las dilaciones indebidas en la macrocausa judicial. Núñez ingresó finalmente en prisión en octubre de 2014 y fue puesto en libertad un año después. En el año 2016 el expresidente del Barça volvió a estar en el foco al estar relacionado con los 'papeles de Panamá'.
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