El día que cambió la historia del Leganés

La Navidad es una época en la que los sueños de muchos niños se cumplen y además en lo meramente deportivo también muchos protagonistas se involucran mucho para poder ayudar a los que más lo necesitan. Hace diez años justamente el Leganés vivía una situación límite en la que necesitaba un cambio.

Los pepineros estaban con muchos problemas económicos en Segunda División B y necesitaban una inyección de capital si querían sobrevivir. El 24 de diciembre de 2018 llegó un rayo de luz para los capitalinos y justamente llegaron al conjunto madrileño, Felipe Moreno y Victoria Pavón, un matrimonio con la ambición de poder cambiar las cosas.

Rubén Fernández era el dueño del club desde 2005 y no encontraba la llave para que el equipo tuviese impulsos económicos. Para muchos la única forma de que el equipo pudiese salvarse era el ascenso y la plantilla y cuerpo técnico cumplían con ese cometido coqueteando siempre con los puestos de privilegio que le daban acceso al playoff.

Agonía económica

En el mes de diciembre de 2008 los empleados de el club solo habían cobrado un mes de toda la nómina que les correspondía y la primera medida que tomó el nuevo dueño fue la de pagar a todos los trabajadores del equipo. Muchos futbolistas vivían una situación agónica, incluso algunos no se podían permitir la gasolina para poder acudir a los entrenamientos, algo terrible sin duda.

Durante esa temporada hubo varias protestas que tenían como objetivo que el club pudiese subsistir, la más significativa fue cuando en un partido ante el filial del Atlético de Madrid, permanecieron de rodillas durante un minuto en señal de protesta por las constantes mentiras de los dueños. 

Leganés - Alavés Kiko Huesca Agencia EFE

Después de varias semanas de promesas incumplidas y mentiras, el dueño se decidió a vender el club. En una de las tradicionales comidas de navidad en la que los jugadores tuvieron que llevar comida de su casa debido a los problemas económicos, Felipe Moreno anunció a los futbolistas que sería el nuevo accionista mayoritario y fue un rayo de luz, ya que lo primero fue el pagar a los jugadores.

Muchos no creían que esa promesa pudiese hacerse realidad, pero tan solo tres días después de que el nuevo dueño se presentase a la plantilla, todos los futbolistas tenían en su cuenta corriente toda la cantidad que se les debía desde hace meses, lo que permitía soñar con un futuro esperanzador para el conjunto pepinero.

Aunque aquella temporada no acabaron consiguiendo el ansiado ascenso, fue un momento clave para un equipo que ahora pelea contra algunos de los mejores clubes del mundo. La derrota en la fase de ascenso ante el Jaén fue un golpe duro, pero sirvió para volver con más fuerza y conseguir algo que parecía imposible, estar en la élite del fútbol.

El ascenso a Primera División

En junio de 2016 ocurrió otro de los momentos clave para los madrileños. Con todo a su favor, el Leganés visitaba un campo histórico y muy complicado como es Anduva. El Mirandés se jugaba mucho, ya que intentaba salir del descenso, pero tras los 90 minutos los que celebraban eran los pepineros, que consiguieron el ascenso a la máxima categoría del fútbol español gracias a un gol de Insúa.

Desde entonces siempre ha sido los candidatos a coquetear con el descenso, pero han conseguido mantenerse y además han plantado cara a los equipos más grandes, porque nadie olvida su victoria ante el Real Madrid en una eliminatoria de Copa del Rey y el partido que remontaron ante el Barcelona para ganar en Butarque a los blaugranas.

Jugadores del Leganés celebran un gol en Liga JuanJo Martín Agencia EFE

Sin duda esto no hubiese sido posible sino hubiese sido por los nuevos dueños que se aventuraron a coger a un equipo avocado al fracaso y a desaparecer. Felipe y Victoria fueron valientes y decidieron dar una vida extra al conjunto madrileño para que triunfe como lo está haciendo ahora, porque sin duda cada vez que se oye el nombre del Leganés se piensa en un equipo especial.

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