El mercado veraniego de 2018 estuvo marcado por los porteros, y es que durante unos días, antes del fichaje récord de Kepa por el Chelsea, Alisson fue el guardameta más caro de la historia, cuando el Liverpool pagó a la Roma 62,5 millones de euros por los servicios del brasileño. Llegó tras una temporada magnifica, que le situó en el punto de mira de los más grandes de Europa, y su rendimiento ha sido magnífico: catorce goles encajados en 24 partidos, dejando su portería a cero en trece ocasiones.