Guerra abierta entre el Celta y el alcalde de Vigo por los problemas en Balaídos

La guerra existente entre el Celta de Vigo y el Concello de la ciudad se ha recrudecido con la entrada del nuevo año. La entidad que preside Carlos Mouriño ha emitido un burofax al alcalde, Abel Caballero, comunicando que las gradas de Marcador y Gol no se abrirán en el próximo partido, que tendrá lugar el 8 de enero frente al Athletic Club, si no recibe una certificación de que esas gradas son seguras y "aptas para su ocupación".

El Celta dice que sus actuaciones son siempre "en defensa de los abonados, socios y aficionados" con la intención de "evitar otro 'Marisquiño'", en referencia al accidente sucedido en Vigo cuando se hundió el paseo marítimo durante la celebración de un festival, causando un gran número de heridos.

El comunicado también dice que el club tratará de compensar a todos los socios y aficionados que se vean afectados y que reclamará al Ayuntamiento de Vigo "todos los gastos y perjuicio que esta medida acarree". "Sentimos tomar esta medida que va a perjudicar tremendamente al RC Celta, pero preferimos correr este riesgo y evitar cualquier posibilidad de accidente".

Carlos Mouriño, Presidente del Celta. Foto: celtavigo.net

"Señor alcalde, si todo está tan bien como dice, ¿por qué no nos da la autorización por escrito y nos entrega los certificados?", concluye el duro burofax escrito por la entidad celeste. 

El ayuntamiento responde 

La respuesta por parte del Consistorio ha llegado a través del concejal de Fomento, Javier Pardo, quien ha asegurado que el estadio se encuentra en "un mantenimiento continuo" y que "desde hoy se están acometiendo pequeñas reparaciones que en ningún caso implican un riesgo para la estructura de las gradas de Balaídos".

También ha afirmado que antes del partido frente al Athletic, se remitirá al Celta "el informe con la total viabilidad y garantía de todas las gradas del estadio". El estado de Balaídos es un tema candente, pues el club incluso ha anunciado que podría tomar la drástica decisión de instalarse en un nuevo estadio fuera de la ciudad si no mejoran las relaciones con el Ayuntamiento en ese aspecto, pues es el titular de la propiedad.

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