No hubo regalo de Reyes para el Real Madrid en La Liga. Cazorla dejó un camión de carbón en las botas de los jugadores blancos tras marcar un doblete que aleja al equipo de Solari del Barcelona. Tras el pitido final, la decepción recorría la sangre de los madridistas que veían impotentes un nuevo pinchazo.
Sin duda, nadie puede estar contento con lo que ocurrió contra el Villarreal. Un empate con sabor a derrota y una muy mala imagen proyectada en la segunda parte. Sin embargo, estamos en enero y todavía quedan los meses más importantes de la temporada. Algunos ya se han apresurado a dar por muerto al Real Madrid. Grave error. Nunca aprenderán.
La verdad es que la situación recuerda a la del primer mes del 2016. En aquel momento varios medios, permítanme que me ahorre la mención, definieron a Zidane como un "parche" y compararon al Madrid con "el Titanic". La historia ya sabemos cómo acabó en mayo: La Undécima ante el Atlético de Madrid.
También se parece a la de enero de 2017. Entonces el conjunto de Zizou fue eliminado por el Celta en la Copa y se señaló que el club estaba "tocado y hundido". Otros apuntaron que era un "fracaso" y que "La Liga está difícil y la Champions imposible con una plantilla que va cuesta abajo". Incluso, los más directos e insensatos, dijeron que el Madrid y Cristiano habían demostrado su "declive".
Pues bien, en junio de ese mismo año, el Real Madrid consiguió su primer doblete de Liga y Champions desde 1958. La mejor campaña de los blancos en 59 años a pesar de que parecía un equipo sin rumbo, desorganizado e incluso al borde de la desaparición, si alguno leyera solo las crónicas y las portadas de los medios deportivos cinco meses antes.
El año 2018 se inauguró con la eliminación copera a manos del Leganés, el ya conocido 'pepinazo', y con La Liga prácticamente perdida. Entonces se hablaba de "fin de ciclo" y se aseguraba que "el Real Madrid se había cansado de ganar". "Ya no tenía hambre" parece ser. "Derrumbados" y "crisis" afirmaban en Cataluña. En la misma capital de España se hablaba de "bochorno" y aseguraban que el conjunto merengue estaba eliminado de la Champions porque era una "quimera cargarse al PSG".
¡Córcholis, tampoco acertaron! El Real Madrid se paseó en Europa eliminando al campeón francés y después a la Juventus y al Bayern. De la final ante el Liverpool ya conocen el resultado y La Decimotercera está en la sala de trofeos del Santiago Bernabéu.
Ahora, en 2019, se repite la historia. La Liga está difícil, no imposible, pero el Madrid sigue vivito y coleando en Copa y Champions. Los que salen de la cueva en enero suelen volver con el rabo bajo las piernas en junio. Quizá este año también. La clave está en la unión del madridismo y no en la autodestrucción a la que incita el enemigo. ¿Por qué no La Decimowanda?
Y es que el Real Madrid nunca muere, pero menos en invierno. El Real Madrid es primavera, el calor agradable, la música de la Champions y La Cibeles. Duerme, pero no fallece. Al final vuelve a amanecer. El Real Madrid siempre al alba.