El exfutbolista y comentarista deportivo, Michael Robinson, ha asegurado que el doctor le dijo que tenía "un 37% de posibilidades de curarme", en una entrevista a Antena 3.
El inglés, al que el pasado mes de diciembre le detectaron un melanoma con metástasis, ha relatado cómo se enteró con la noticia: "Pensaba que era una pesadilla, pensaba que era una pesadilla. Estaba anestesiado un par de días. Me dijeron que no tiene cura, pero sí se puede controlar. La compañía privada no cubre el tratamiento, que cuesta 14.000 euros al mes. Mi médico me dijo que hay un 37% de posibilidades de curarme".
"Yo descubrí un bulto en mi axila en agosto, que iba creciendo día a día, y me encontraba en plena forma. En muy pocas épocas de mi vida me he encontrado tan bien como ahora. Me siento un poco fraude", reconoce.
Robinson ya le tocó vivir la enfermedad de cerca cuando se la detectaron a su amigo Severiano Ballesteros: "Lo viví muy de cerca con él. Yo me imaginaba, si eso me pasa a mi me pego un tiro".
En tratamiento con quimioterapia
El exjugador de Osasuna ya está sometiéndose a un tratamiento de quimioterapia y asegura que "no está recibiendo efectos secundarios. Estoy aprendiendo mucho de mí".
Tras empezar su tratamiento, cuando fue advertido por los efectos adversos, Robinson confesó que preguntó "si los efectos secundarios serán que empezaré a pronunciar bien las erres, pero me han dicho que no", declaró con humor, en referencia a su característica pronunciación del castellano.
Robinson es un hombre valiente. "No tengo miedo alguno a la muerte. Lo que sí me produce una enorme tristeza es despedirme de mi familia antes de que haya terminado el partido. Aunque creo que soy el tipo con más suerte que conozco", asevera el exfutbolista.
Nacido en Leicester, llegó a España en 1987 para jugar en las filas del Osasuna y desde hace años es uno de los referentes del Periodismo deportivo en España, dejando su propio sello impreso en programas como Informe Robinson o El día después.
[Más información: Lo que Robinson no contó a Risto: su hijo sí se puso la camiseta de Osasuna en El Sadar]