Los futbolistas de élite parecen seres perfectos, que llevan una vida ideal, acostumbrados a la fama, a disponer de lo que ellos quieren y a tener todos aquellos caprichos que el resto de los mortales no tienen a un fácil alcance. Pero no es oro todo lo que reluce. Un estudio de la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPro), elaborado entre 826 profesionales, desvelaba que el 38% de estos jugadores en activo sufría depresión y que el 35% de los ya futbolistas retirados atravesaban por un proceso similar.
Son varios los casos de jugadores que han reconocido haber sufrido depresión en algún momento de sus carreras. Los casos más comentados de los últimos tiempos los han protagonizado Andrés Iniesta o Álvaro Morata, pero no son los únicos. Según el citado estudio, la probabilidad de que un profesional sufra depresión aumenta en hasta cuatro puntos cuando este ha sufrido al menos tres lesiones de gravedad. Pero también otros factores como la autoexigencia no satisfecha o la presión ante las expectativas después de un gran fichaje.
En el caso de Iniesta hay que remontarse al año del triplete del Barcelona. Por aquel entonces, el club blaugrana comenzaba la etapa más gloriosa de su historia. Un equipo de ensueño con, tal vez, la mejor generación de futbolistas que han pasado por La Masía. Entre ellos destacaba el de Fuentealbilla, quien tuvo que lidiar con la depresión por la exigencia de aquella época, a lo que se unió el fallecimiento de su amigo Dani Jarque. El ahora centrocampista del Vissel Kobe japonés reconocía entonces que "deseaba que llegase la noche" para poder tomarse una pastilla.
Andrés Iniesta aseguraba que estuvo un periodo "en tratamiento con la psicóloga". "Siempre me acordaré de las ganas que tenía de ir a la consulta, por lo que llegaba hasta quince minutos antes. Me he llegado a encontrar muy mal. Necesitaba algo para salir de la situación en la que estaba", confesaba el exinternacional español.
"Deseaba que llegase la noche para tomarme una pastilla. A las personas nos mueve la ilusión y en una situación así no tienes nada, no sientes las cosas. Cuando sufres depresión, no eres tú. Cuando estás tan vulnerable es difícil controlar momentos de la vida y piensas en situaciones extremas", afirmaba sobre uno de los capítulos más complicados de su vida.
El bloqueo de Álvaro Morata
El peor momento en la carrera del delantero español tuvo lugar hace tan solo unos meses, después de quedarse fuera de la convocatoria de Julen Lopetegui para la disputa del Mundial de Rusia 2018. Morata revelaba tiempo después en un medio británico que tuvo "un bloqueo en la cabeza" y que fruto de ello incluso "no quería hablar con nadie, no quería escuchar a nadie", tan solo quería quedarse en casa. El ex del Real Madrid no quería poner la etiqueta de depresión, "pero casi" señalaba.
La presión fue el detonante en el caso de Morata. El delantero confesaba que "en el fútbol todo se trata de la cabeza" y que en "en el último año" sufrió en ese aspecto porque llegó al Chelsea "con muchas expectativas y mucha presión". Sus molestias en la espalda le alejaron de la competición y afirmaba que no sabía el porqué no conseguía recuperarse pese a intentarlo. Así como tampoco ocultaba que cuando se enteró que se quedaba fuera de la Selección para el Mundial derramó lágrimas. Sin embargo, se repuso y consiguió ver el lado positivo: "Estas cosas solo te hacen creceer y hacerte más fuerte".
El caso extremo de Enke
El que fuera portero del Barcelona de 2002 a 2003 es uno de los capítulos más negros de esta historia. Robert Enke acabó quitándose la vida el 10 de noviembre del año 2009. El alemán se arrojó a las vías del tren. En un principio se especuló que podría deberse a un tema de su vida privada, pero finalmente se reconoció que sufría depresión después de su paso por el club catalán y del Fenerbahce. Temía al fracaso.
"Robert tenía pánico al fracaso. Intenté hacerle ver que el fútbol no lo es todo, pero era su válvula de escape. Incluso en su etapa en el Barcelona -donde no pudo gozar del protagonismo ambicionado- ir a entrenar y poder estar con los compañeros era lo que la mantenía flote", aseguró su viuda después del trágico suceso.
"Robert tuvo altibajos, por la muerte de su hija Lara, la reciente infección bacteriana, etc. Tuvo una recaída hace poco, se quedó sin fuerzas para salir adelante. Queríamos tratarle de forma ambulante o internarle. Pero lo rechazó. Tenía miedo a quedarse sin fútbol y que le pudieran quitar a nuestra hija adoptiva Leila", reveló Teresa para esclarecer los motivos de su suicidio.
Síntomas y medidas de apoyo
Según el anterior estudio de FIFPro, algunos de los síntomas más habituales en estos capítulos de depresión y/o ansiedad de los futbolistas son el problema del insomnio -que sufren el 23% de los jugadores en activo y el 28 de los retirados-, la angustia -15 y 18% respectivamente- y el alcoholismo -9 y 25%-. Con este estudio se esperaba que aumentase la "conciencia social y el compromiso de todos los estamentos del fútbol para instaurar medidas de apoyo", reconocía Vincent Gouttebarge.
El jefe médico de FIFPro también señalaba que el fin es que "aquellos que sufran problemas psicológico sepan que no están solos". "La investigación es un primer paso necesario para proponer adecuadas y preventivas medidas que protejan y potencien una salud buena tanto en futbolistas en activo como retirados. Es crucial establecer un cuerpo de trabajo en este tema. Los avances del reciente estudio pueden justificar una aproximación multidisciplinar hacia futbolistas con problemas de todo tipo", argumentaba Gouttebarge.
También presente en otros deportes
Michael Phelps o Jorge Lorenzo han sido algunos de los que han hablado abiertamente en los últimos tiempos de un proceso de depresión o similar. El primero vivió el momento más complicado de su carrera después de tocar el cielo al ganar ocho oros olímpicos en los Juegos de Pekín. El nadador reconocía tiempo después que tras conseguir este hito "era un tren fuera de control". "No tenía autoestima, me sentía perdido", confesaba Phelps.
Por otro lado, Jorge Lorenzo también revelaba no hace mucho que entró "en una pequeña depresión" cuando comenzó a ver en su cabeza la opción de la retirada. "Siempre había pensado que el momento en el que decidiera parar sería un alivio, ya que dejaría atrás la presión, las operaciones y lesiones, pero es distinto cuando te encuentras cerca de hacerlo", afirmaba el piloto de MotoGP.
[Más información: Los intentos de suicidio del "jugador más inteligente de Inglaterra"]
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