"Al Rayo Vallecano no se le ha perdido nada en Estados Unidos". De esta manera comienza su relato Ángel Barranco, presidente de la Asociación de Accionistas ADRV. Este organismo está en pie de guerra contra el máximo mandatario del equipo, Raúl Martín Presa, a quien ha demandado en cuatro ocasiones por irregularidades en el megaproyecto que el equipo madrileño inició en Oklahoma en 2015.
La última querella fue presentada el pasado 9 de enero y en ella acusan a los directivos rayistas de falsedad documental y estafa: "El contrato de préstamo de 2,5 millones de euros del Rayo Vallecano al Rayo Oklahoma, justo unas pocas semanas antes de cerrar la franquicia, está supuestamente firmado por Alberto Gallego, la parte americana [del proyecto]. Sin embargo, detectamos que esas firmas podrían no ser suyas. Pusimos la documentación en manos de un perito judicial calígrafo que ha concluido que las firmas no son del señor Gallego y que podrían haber sido falsificadas, no sabemos con qué intención", asegura Barranco.
El club franjirrojo sorprendió al mundo del fútbol cuando anunció la adquisición de una franquicia estadounidense en la North América Soccer League (NASL), la segunda liga con mayor popularidad del país. El equipo se llamó Rayo Oklahoma y en sus primeros pasos comenzó a funcionar con éxito.
Con una inversión inicial que superó los dos millones de euros, aglutinó en sus filas a jugadores propios de ligas europeas como el ex del Manchester City Samaras e internacionales con experiencia como Boateng o Marvin Chávez. Al frente del equipo estaba Alen Marcina, un exjugador canadiense que había militado en el San Antonio FC, del que ahora es entrenador, y es un gran conocedor del 'soccer' estadounidense.
El descenso a Segunda: el principio del fin
Fue al término de la temporada 2015/2016 cuando comenzó el ocaso del Rayo Oklahoma. El descenso a Segunda División del equipo de Vallecas redujo considerablemente los ingresos que percibía el club, principalmente por parte de las televisiones.
Como consecuencia de ello, Presa, propietario del 65% de la franquicia norteamericana, inició una política de recortes que sumió al proyecto estadounidense en un agujero de pérdidas para el Rayo Vallecano: "Que conozcamos, la deuda debe estar ya en torno a cinco millones de euros, aunque estamos seguros de que habrá más consecuencias por las indemnizaciones pactadas con proveedores, Liga, jugadores, técnicos, socios, etc", señala Barranco.
Esta situación provocó la marcha de Marcina a los pocos meses de su llegada. El técnico canadiense justificó su salida del club en un comunicado: "Los recientes cambios en la administración del equipo han dado como resultado unas diferencias de opinión irreconciliables", dijo el entrenador.
Al rescate del Rayo Oklahoma llegó Gerard Nus (Tarragona, 1985), un entrenador que formó parte del cuerpo técnico del Liverpool con Rafa Benítez para más tarde probar suerte en ligas tan dispares como Corea del Sur, Australia o Suecia, donde actualmente es director de metodología en el AFC Eskilstuna.
En 2016, Nus pertenecía a la secretaría técnica del Rayo Vallecano y se hizo cargo del equipo en una situación extrema: "El club necesitaba a un entrenador que hablase inglés y que pudiese viajar en 48 horas. Rápidamente te das cuenta de la situación que hay. Llegué a la ciudad un viernes y al día siguiente teníamos partido contra el New York Cosmos. No habíamos entrenado nada.", comenta Nus.
Aún así, el rendimiento deportivo del Rayo Oklahoma fue bastante positivo dadas las circunstancias. Acabó la temporada como cuarto clasificado en liga, alcanzando las semifinales de los playoffs y encadenando una racha de diez partidos sin perder: "Ante una situación de tanta incertidumbre nuestro objetivo era terminar la liga. El equipo se dio cuenta de que había que trabajar para que allí, si seguía habiendo equipo, o en otro sitio, se te valore", indica el técnico catalán.
Durante este tiempo se produjo la fuga de los socios inversores que tenía el equipo estadounidense. Así lo anunció Brad Lund, presidente de Sold Out Strategies, principal socio de Martín Presa: "Es tiempo de centrar nuestra atención en nuestros otros proyectos". Sin duda, un proyecto que superó a un club modesto, acostumbrado a salir de situaciones que no son nuevas, como la que le tocó vivir en la época en la que estuvo al frente la familia Ruiz Mateos.
Cuatro juicios pendientes
El máximo dirigente rayista debe hacer frente a tres causas abiertas por la Asociación de Accionistas ADRV, al margen de la presentada recientemente. Entre ellas, destacan los juicios por la supuesta contratación fraudulenta como ‘falso autónomo’ del director general del club, Luis Yáñez, y el de la presunta administración desleal y apropiación indebida por el desvío de 9,4 millones de euros desde el Rayo Vallecano a su Fundación homónima. Según Barranco, "ese dinero estuvo oculto allí sin el control de los accionistas minoritarios".
El proyecto que pretendía llevar la franja del Rayo a 'hacer las Américas' acabó en 2016 como una tormenta de la que el club madrileño tardará tiempo en recuperarse, y que se sostiene a base de un equipo que lucha por la permanencia cada fin de semana ajeno a inversiones más propias de otros clubes que del humilde barrio de Vallecas.
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