El FC Barcelona consiguió la victoria en Montilivi gracias a los goles de Semedo y Messi. Una victoria que le hace seguir líder, a cinco puntos del Atlético de Madrid, y a 13 del Real Madrid, a falta de lo que haga el equipo blanco en el RCDE Stadium este domingo. [Narración y estadísticas del Girona 0-2 FC Barcelona]
Los de Valverde comenzaron el partido buscando la portería del Girona, que conseguía sacar las llegadas del Barça con una defensa ordenada y sin demasiadas concesiones para Messi, Suárez y Coutinho, que rondaban las inmediaciones de la portería rival con peligro. Fue en una de esas internadas en el área del Girona cuando una indecisión de la zaga del Girona la aprovechó Nelson Semedo para mandar el balón a la izquierda de la portería defendida por Bonou.
Tras el gol, el Girona se estiró y le arrebató al Barça el dominio que tenía al comienzo del partido. En una de esas llegadas, Stuani, el mejor de los de Eusebio, sufrió un agarrón que González Fuertes no señaló como penalti y servía la polémica en el Estadio de Montilivi. Aun así, el Girona no dejó de intentarlo, y en el minuto 40 casi obtiene premio a su insistencia. Stuani remató un balón en el área que Ter Stegen sacó con una buena parada pero que, tras el rechace de Lenglet, Pere Pons no consiguió materializar ya que Gerard Piqué sacó el balón bajo palos, en lo que fue la mejor ocasión del Girona en el primer tiempo.
La expulsión decantó el partido
Tras la reanudación, el partido estuvo marcado por la expulsión por doble amarilla de Bernardo. El central del Girona cometió una falta por detrás sobre Luis Suárez, que generó menos peligro que en partidos anteriores, y puso al Girona en inferioridad numérica. Sin embargo, el Girona no acusó el golpe y continuó buscando la portería de Ter Stegen. Stuani tuvo la ocasión más clara para poner la igualada en el minuto 49 pero su fuerte disparo lo sacó el portero alemán con una buena parada.
En el minuto 69, Messi dio la tranquilidad para los de Valverde con un sensacional tanto de vaselina. Con un Girona dejando muchos espacios en el centro del campo debido a la expulsión, una rápida transición por la banda izquierda acabó en las botas de Messi tras un pase horizontal del Jordi Alba. El argentino, con todo a favor no perdonó y elevó el balón por encima del meta marroquí para poner el 0-2 en el marcador y dar la tranquilidad en un partido que no acababa de tener controlado.
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