Tres goles de Rodrigo Moreno, el héroe de la noche en Mestalla, con dos de ellos en los siete minutos de prolongación (3-1), metieron al Valencia en las semifinales de la Copa del Rey, una ronda que tenía perdida en el minuto noventa y que al Getafe parecía que no se le podía escapar. [Narración y estadísticas: Valencia 3-1 Getafe]
Daba la impresión de que el Getafe hacía valer el triunfo por 1-0 en la ida y el gol inicial del encuentro de vuelta para neutralizar al Valencia y meterse en semifinales de la Copa del Rey, pero los tres tantos conseguidos por Rodrigo Moreno dieron el pase al Valencia.
Fue una noche mágica para los valencianistas y aciaga para el equipo madrileño, al que se le escapó la clasificación en el tramo final de un partido, que acabó con diez y con una refriega cuando el árbitro pitó el final.
A los 38 segundos de juego hizo Jorge Molina el 0-1 con un disparo certero que sorprendió a un Jaume Doménech mal colocado, lo que en ese momento obligaba al Valencia a meter tres goles.
El equipo valenciano se mostró como un equipo intenso y con ganas, pero la tela de araña que propuso el Getafe, unida a la efectividad de su defensa y a la gran capacidad del equipo para ralentizar el partido, dieron muy pocas opciones a un voluntarioso Valencia.
Además, cuando tenía posibilidades, el equipo de Pepe Bordalás se adueñaba del balón y hacia correr al de Marcelino García Toral, al que mediado el primer tiempo empezó a faltarle el fuelle con el que había comenzado el partido.
Solo en los instantes finales de la primera parte recuperó el conjunto local el empuje del comienzo del choque, pero sus aproximaciones a la meta de Chichizola fueron bien neutralizadas por la defensa del equipo madrileño, que se marchó al descanso con media eliminatoria en el bolsillo.
Rodrigo, el ídolo de Mestalla
El segundo tiempo dio comienzo con un gol no concedido al Valencia por fuera de juego, lo que no varió la tónica de un partido que se disputaba tal y como más le convenía al Getafe, dominador en el marcador con holgura y muy firme en su fútbol defensivo, hasta que en una penetración por la izquierda, Rodrigo igualó el partido.
Tras el empate, hubo opciones ante ambas porterías al tiempo que el partido crecía en intensidad y en emoción, circunstancia a la que contribuyó la expulsión de Djené, que obligó al equipo madrileño a defenderse a la heroica con diez y a base de tratar de que se jugara lo menos posible.
Al final, el Valencia se volcó en el área de un Getafe atrincherado, que achicó balones y a base de oficio fue capaz de mantener el empate y lograr su objetivo ante un rival que puso muchas ganas, pero al que le faltó un poco de juego.
Sin embargo, la fe del Valencia le permitió no perder la calma, asediar hasta el final la meta visitante y encontrar tanto premio a su esfuerzo con castigo tuvo el equipo rival, muy criticado por el público de Mestalla desde el comienzo.
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