En el partido del Paris Saint Germain del pasado 24 de enero, Neymar salió del césped antes de tiempo. En un lance concreto del choque, el brasileño pisó mal y se volvió a hacer daño en el pie derecho, el mismo que se lesionó la temporada pasada. Este martes 5 de febrero- tras conocer que estaría de baja durante diez semanas- es su cumpleaños, por lo que el lunes por la noche organizó una fiesta.

La llamó "Neymar JR'S Nuit Rouge", la temática se centraba sobre todo en el color rojo, como se pudo ver en la propia vestimenta del astro carioca. En un punto de la celebración le cantaron el "cumpleaños feliz". Fue en ese preciso instante cuando el antiguo jugador del Fútbol Club Barcelona se derrumbó por todas las emociones vividas en la última semana y media.

Una vez cogió el micrófono, Neymar fue claro: "Me gustaría tener un dedo nuevo". La temporada pasada ya sufrió mucho, y su lesión acabó impidiendo que rindiera como esperaba en la Copa del Mundo de Rusia 2018. Ahora en medio de los rumores- incluido un viaje exprés a Barcelona donde se encaró a un periodista-, vuelve a vivir esta misma experiencia.

Quizás otro factor clave para que ocurriera esto fue que la plantilla del PSG al completo y su entrenador, Thomas Tuchel, estaban presentes en el Pavillon Gabriel, cercano al Palacio del Elíseo, hogar del presidente de Francia. Ver cómo sus compañeros le acompañaban en momentos tan duros como este tuvo un gran efecto en el delantero.

Sin el internacional brasileño, la próxima eliminatoria de Champions League contra el Manchester United se iguala un poco más. Los ingleses han tomado un buen rumbo desde la salida de Jose Mourinho del banquillo. La llegada de Solskjaer le ha dado confianza a sus jugadores, y el resultado ahora es más incierto.

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