El Wanda Metropolitano se venía abajo cuando el Atlético de Madrid conseguía romper la férrea defensa de la Juventus. Era Álvaro Morata el que lograba batir al portero bianconero, pero cuando estaba en el éxtasis de la celebración, desde el VAR se indicó al colegiado alemán que debía revisar la imagen por posible falta del delantero rojiblanco sobre Chiellini.
Tras ver una repetición desde la parte posterior de la portería de Oblak, se vio claramente que el delantero madrileño había empujado al central italiano. Como consecuencia, Felix Zwayer no tuvo más remedio que anular el tanto del exjugador juventino.
Contra el Real Madrid le pasó lo mismo. Cuando ya había superado a Courtois con una preciosa vaselina, el VAR dejó en evidencia que había partido desde una posición en fuera de juego. Ese choque acabó con los madridista dando un golpe sobre la mesa con una victoria contundente (1 - 3).
Una vez se sacó el balón, el Wanda Metropolitano se quedó muro. Este momento lo aprovechó perfectamente el Cholo para mover a sus masas, como tantas veces y tan bien lo ha hecho a lo largo de los años. El estadio rugió, animó como nunca, y al final el equipo obtuvo su recompensa.
La insistencia del ataque colchonero consiguió finalmente dos goles, uno de Giménez y otro de Godín. Con este resultado, los rojiblancos se acercan un poco más a la siguiente ronda de la Champions League. Su objetivo final- jugar la final en su estadio- está un pasito más cerca-.
Así pues, Morata sigue sin poder celebrar un gol con su nuevo club. De hecho, se da la circunstancia de que ya metió un tanto en su actual feudo, el primero en la historia del Wanda en competición europea, pero fue con la camiseta del Chelsea.
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