El técnico de la selección de Colombia sub17 femenina, Didier Luna, y el preparador físico, Sigifredo Alonso, fueron denunciados ante la Fiscalía General de la Nación por dos integrantes del combinado nacional por presunto acoso sexual y laboral.
Este miércoles, Carolina Rozo ha decidido salir a la luz pública a contar su historia. La joven contó como en diciembre del año 2017 comienza su pesadilla cuando es convocada para formar parte del cuerpo médico como fisioterapeuta. Después de unas semanas, Didiar Luna empezó con "unas afectuosidades" hacía ella, con "cariños" que no la gustaron y que la generaron "inconformidad y mucha tensión".
Sin embargo, cuando es convocada en enero estos gestos se incrementaron: "En un almuerzo me dice que esa era la mujer que quería para él y que me iba a robar un beso. Es cuando decido poner un alto a la situación". Horas después, la dice que quiere tener algo con ella y que quería que fueran "amigos especiales".
Ante esta situación Carolina afirmó que ese no era su objetivo y él, molesto, dijo que tenía que "afrontar las consecuencias". "A partir de ese momento todo el cuerpo técnico se viene en contra mía", sentenció.
No obtuvo ningún tipo de respuesta
Asimismo, la colombiana llevaba observando de atrás unas "afectuosidades" con las jugadoras como "cogerles la cola -culo-, acercarles su cara al rostro de él insinuándoles que le dieran un beso, acariciándoles las espalda". Ante esto, Carolina lo notificó a Carlos Ulloa, su jefe, pero no obtuvo respuesta.
"Él me dice que no está de acuerdo, que no es posible que pasen estas cosas dentro de la selección. Él me dijo que iba a hablar con el jefe de él a ver qué podíamos hacer pero nunca pasó nada", aseguró. También acudió al delegado de la Federación, Jesualdo Morelli: "Jesús me dice que no es el momento porque estamos en competencia, de tensión con las niñas. No pasó nada, llego de Argentina y la Federación nunca se comunica conmigo".
"No se por qué no han tomado acciones"
Carolina se sentía silenciada y, posteriormente, amenazada por lo que recae en una depresión. "Recibo una llamada al siguiente mes en la que me dicen que si yo fui el que puso las denuncias ante el señor Didier Luna y Sigifredo Alonso. No se identificó la persona que me llamó y afirmó que en dos días iban a mandar a alguien muy duro de la Federación".
Asimismo, se mostró desconcertada de "ver que no han tomado acciones con este señor". "Este señor lleva mucho tiempo en el fútbol y me aterra pensar que han pasado muchas niñas por manos de él y de pronto han estado en situaciones como las mías y se han quedado calladas. No sé por qué la Federación no ha tomado acciones con el señor Luna y lo mantienen ahí", explicó.
Ahora mismo, Carolina Rozo continúa con depresión diagnosticada, tras un año de lo sucedido. La colombiana seguirá luchando en Fiscalía y admite que tiene pruebas con grabaciones con algunos de los casos de acoso.
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