El partido comenzaba en Turín con las pulsaciones muy altas. La Juventus necesitaba marcar mínimo dos goles para forzar la prórroga y salió a por todas desde el pitido inicial. En el minuto 5, la Vecchia Signora ya había perforado la malla rival por primera vez, pero el gol no acabó por subir al marcador.
Kuipers no dudó en anular el tanto anotado por Chiellini, pero todo por una acción previa. El colegiado consideró que Cristiano Ronaldo había hecho falta a Oblak en el inicio de la jugada.
De esta manera, los hombres de Massimiliano Allegri veían frustrado su primer gran intento de remontada, pues desde los compases iniciales la Juventus tomó la iniciativa del juego y un asedio constante sobre el área rival. El equipo ya se lanzaba eufórico a celebrarlo con la afición absolutamente volcada, pero el colegiado se encargó de amargarle la fiesta al conjunto italiano segundos después.
Pese a este primer intento fallido, la Juventus no acusó la decisión del árbitro y continuó con su particular guión de partido. La plantilla bianconera es plenamente consciente de la dificultad que conlleva remontarle un 2-0 al Atlético de Madrid, y más aun sin haber conseguido marcar en el Wanda Metropolitano en la ida, por lo que la máxima prioridad pasa por no bajar los brazos y volver a perforar la meta de Oblak con mayor éxito.
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