Quienes este domingo esperaban la claudicación del Barcelona se toparon de bruces con una reivindicación en azul y grana, y es que las pupilas de Lluís Cortés vencieron en el Wanda Metropolitano una lucha cuerpo a cuerpo con el otro coloso del fútbol femenino español, el Atlético de Madrid.
El equipo rojiblanco labró su exitoso presente de manera paulatina; creció a la sombra de los históricos hasta asentarse en la cima de la Liga coincidiendo con la absorción del Atlético Féminas por el Atlético de Madrid durante las festividades por la Copa de la Reina en el verano de 2016. Desde entonces celebró dos títulos de Liga (2016/17 y 2017/18).
Al otro lado del campo, sin embargo, emergió reivindicativo el Barcelona, un conjunto que se fijó como gran anhelo triunfar en Europa. Con esa meta, alimentó progresivamente el presupuesto de la sección, que ya supera los tres millones de euros; se adelantó a sus rivales en la profesionalización del equipo e incluso se presentó en la última gira por los Estados Unidos con su plantilla femenina haciendo 'Marca Barça', al igual que Messi, Piqué y compañía.
De la mano de su rivalidad deportiva, los proyectos rojiblanco y azulgrana lanzan al fútbol femenino español hacia una nueva era de visibilidad y profesionalismo, toda vez que el aficionado ha descubierto, en masa, el atractivo de sus partidos, con 60.739 personas en las butacas del estadio Wanda Metropolitano.
"El fútbol gana con ellas" expuso, no en vano, en las vallas publicitarias del recinto Iberdrola, el principal patrocinador de una competición que ganó emoción con la victoria barcelonista. Se quedó el equipo catalán tres puntos por detrás del líder, igualmente derrotado en la primera vuelta en Barcelona.
Pese a la revancha en las semifinales de Copa, guardaba la afición rojiblanca ese partido en la memoria, así que pidió a su equipo que fuera a por todas. 'Adelante, Atleti Femenino' fue el mensaje que leyeron las pupilas de José Luis Sánchez Vera en uno de los fondos y al ataque jugaron los primeros compases del envite.
Ludmila da Silva, Jenni Hermoso y Laia Aleixandri se postularon para el primer gol; Lieke Martens, Kheira Hamraoui y Asisat Oshoala buscaron, por el bando rival, la réplica.
Mediada la primera parte perdió fuerza el Atlético de Madrid y se animó Oshoala sobre un césped bañado en confeti, como en los grandes días de fútbol en el nuevo Metropolitano. Lo probó también Vicky Losada, aunque Ángela Sosa fue quien protagonizó el último intento rojiblanco antes del descanso, todavía con 0-0.
Fue tras la pausa, ya iniciado el carrusel de cambios en uno y otro equipo, cuando los vídeo-marcadores informaron del récord de asistencia en un partido entre clubes de fútbol femenino.
Rompieron entonces a cantar 60.739 voces, hasta que la nigeriana Asisat Oshoala gritó el 0-1. Fue el preludio al gran festín catalán, condecorado por el acierto de la inglesa Toni Duggan. Dos de los fichajes internacionales del Barcelona reivindicaron su porqué y avivaron la batalla por el título de Liga. Tres puntos separan a Atlético y Barcelona. Quedan 18 en disputa.
[Más información: El fútbol femenino bate su récord mundial: 60.000 asistentes a la derrota del Atlético ante el Barça]
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