El Rayo Vallecano, con goles de Raúl de Tomás y Mario Suárez y Alberto García como protagonista, que paró un penalti y salvó a su equipo en dos mano a mano con Ferrán y Parejo, vuelve a ilusionarse con la permanencia al frenar en seco a un Valencia que encadenaba diecisiete encuentros sin perder. [Narración y estadísticas: Rayo 2-0 Valencia]
Antes de comenzar, todas las miradas estuvieron puestas en Marcelino García Toral, entrenador del Valencia, que se dio el paseo hasta el banquillo bajo una tremenda pitada y escuchando el cántico al unísono de 'Marcelino, usurero' por parte de la afición local.
Para este partido, Paco Jémez revolucionó completamente su once titular empezando por la portería, para la que apostó por Alberto García, y siguiendo por la defensa con la inclusión del lateral derecho peruano Luis Advíncula y en el centro del campo Adrián Embarba.
En los primeros compases del encuentro, el Valencia salió mejor que su rival y suyas fueron las dos primeras ocasiones, ambas con Ferrán de protagonista. Primero con un disparo cruzado ante Alberto García desde el costado derecho y después con un mano a mano que desbarató muy bien el portero rayista.
Al Rayo le costó mucho hacerle frente al Valencia y el miedo en el cuerpo le llegó a los 28 minutos, cuando Abdoulaye Ba cometió penalti sobre Rodrigo y Parejo, desde los once metros, lo falló. El capitán del conjunto ché lo tiró a la izquierda de Alberto y el portero lo adivinó perfectamente.
Esa acción dio alas al Rayo, que intensificó su presión y poco después, en un robo por la derecha de Adrián Embarba, éste puso un centro que en el corazón del área remató a gol Raúl de Tomás.
El rayo de los locales se fundió entonces con la lluvia y los truenos que comenzaron a caer sobre Vallecas y dejaron tocado a un Valencia que, como si de una final se tratase, se marchó con todo al ataque e incluso en los córner subió con nueve jugadores a rematar.
En la segunda parte aparecieron los fantasmas en el Rayo, que en los últimos tres partidos se fue al descanso ganando y acabó remontado. Lo hicieron porque a los tres minutos de la reanudación Kondogbia mandó un remate muy claro en el área pequeña por encima del travesaño de la portería local.
Cuando el Valencia comenzó a intensificar sus acercamientos al área rayista, sobre todo a balón parado y por el costado izquierdo de Bebé y Tito, la defensa local sufrió mucho para frenar a Ferrán primero y después a Guedes, que saltó al césped junto a Gameiro.
El Rayo también tuvo sus opciones a la contra, pero siempre, en el momento del pase definitivo, erró en su ejecución con balones largos que, con Raúl de Tomás como referencia, nunca llegaron bien a su destino.
Mediada la segunda mitad emergió la figura de Alberto, que volvió a salvar a su equipo en un mano a mano con Parejo y en otro disparo lejano de Guedes, que revolucionó al Valencia con su entrada.
Para entonces el partido ya se había vuelto loco y el que mejor supo manejar los tiempos fue el Rayo Vallecano, que sentenció en el minuto 90 con un gol de Mario Suárez tras un saque de esquina desde la izquierda.