Liverpool y Oporto se enfrentaban en la ida de los cuartos de final de la Champions League en Anfield. El conjunto de Klopp se adelantó en el partido gracias a los goles de Keita y Firmino, pero la noticia estuvo en un posible penalti a favor del equipo portugués.
Transcurría el minuto 30 del partido cuando una mano de Arnold hizo que el partido se parase. Mateu no señaló nada y recurrió al VAR para consultar la jugada tras una mano del jugador del Liverpool en un despeje de Alisson.
Finalmente ni el árbitro ni el VAR pitaron penalti ante las protestas de los jugadores del oporto. El Liverpool se había plantado en los cuartos de final tras eliminar al Bayern y el Oporto a la Roma. El conjunto inglés se acabó imponiendo al equipo portugués por 2-0 poniendo pie y media en las semifinales.
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