El partido entre el Manchester City y el Tottenham quedará siempre para el recuerdo de cualquier aficionado de fútbol. Un choque con muchos goles, con emoción, con el VAR presente, y que no se decidió hasta el último segundo. El partido entre ambos equipos quedará para la historia. Y ocurrirá igual con la celebración de Guardiola, recorriendo la banda y saltando, para acabar arrodillado en el suelo tras la decisión del videoarbitraje de anular un gol que le colocaba en las semifinales.
Todo empezó con la locura inicial, donde en los primeros 21 minutos se anotaron cinco goles. Un tanto de Bernardo Silva y los dobletes de Sterling y Son pusieron el encuentro 3-2. Agüero anotó el cuarto tanto que le daba el pase al City a semifinales. Pero Fernando Llorente apareció para volver a clasificar momentáneamente al Tottenham.
Cuando el partido llegaba a su fin, Sterling volvió a ver puerta dando así el pase a su equipo. Guardiola se volvió loco recordando al gol de Iniesta en Stamford Bridge, pero el VAR revisó la jugada y señaló fuera de juego de Agüero. El entrenador catalán acabó arrodillándose en el terreno de juego tapándose la cara. Final de infarto para un partido histórico.