El Barcelona recibía a la Real Sociedad en el Camp Nou sabiendo que el Atlético de Madrid había ganado al Eibar colocándose así a seis puntos del equipo azulgrana. Antes de recibir al Liverpool en la ida de las semifinales de Champions, el equipo de Valverde tiene tres partidos ligueros. De ganarlos, será campeón de Liga. Y dependiendo de los resultados del equipo rojiblanco, podría llegar incluso antes el alirón. [Narración y estadísticas: Barcelona 2-1 Real Sociedad]
Un gol de Lenglet a la salida de un saque de esquina dio al Barcelona una mínima ventaja (1-0) al descanso. Tras la reanudación, Juanmi empató y Jordi Alba puso el segundo gol dejando el marcador 2-1.
El choque comenzó con un control absoluto del Barcelona. Tenía la pelota el equipo de Ernesto Valverde que movía el balón de un lado a otro. Por su parte, la Real Sociedad tenía la defensa muy adelantaba e intentaba robar el esférico muy adelante.
Suárez y Messi muy activos
El Barcelona no encontraba huecos y la Real Sociedad estaba muy bien plantada en su campo y muy cómoda. El primer acercamiento fue una falta botada por Messi, pero el balón chocó en la barrera del equipo vasco. Como suele ser habitual últimamente, había un jugador del equipo vasco detrás de la barrera en el suelo.
A pesar de ello, la Real Sociedad no sufría y los de Imanol Alguacil no les importaba jugarle la pelota al equipo azulgrana. Messi lo volvió a intentar de falta, pero su disparo se marchó rozando el palo.
Llegada la media hora de partido, el Barcelona intentaba meterle una marcha más al partido acercándose al área de Rulli. El portero de la Real Sociedad evitó el gol de Messi tras una pared con Luis Suárez.
La Real Sociedad perdonó y lo acabó pagando
Diez minutos antes del descanso, el equipo vasco se asomó por el área de Ter Stegen y a punto estuvo de marcar. Primero la tuvo Juanmi, que se topó con el portero alemán, y luego Willian José, que mandó fuera el rechace.
Antes de llegar el gol de Lenglet, Suárez pudo adelantar a los suyos. Internada de Jordi Alba por la banda izquierda y su pase no lo caza el uruguayo. Cuatro minutos después, le llegó el balón a Messi dentro del área, se revolvió y su pase le llegó al uruguayo que ni se lo pensó. Su disparo lo rechazó Rulli.
Cuando el partido estaba a punto de llegar al descanso, un saque de esquina se convirtió en gol. Lenglet saltó más que nadie para poner de cabeza la pelota al fondo de la red.
La alegría del empate duro poco
Pese al mazazo, la Real no renunció al empate en la reanudación. Se adueñó del esférico, presionó al Barcelona en la salida del balón y generó peligro. Rubén Pardo lo probó con un disparo lejano que, tras rebotar en Semedo, Ter Stegen volvió a desviar.
Que Alguacil no renunciaba al empate lo demostró con el cambio de un volante ofensivo como Sangalli por el lesionado Zubeldia. Una apuesta que descontroló a la Real.
El Barcelona lo detectó. Puso una marcha más en la presión el equipo azulgrana, que buscaba rematar el partido a través de transiciones rápidas tras recuperaciones en la medular.
Cuando más cómodo parecían estar los locales, la Real se reencontró con una posesión larga que Merino culminó con una asistencia al espacio que Juanmi remató sutilmente superando, esta vez sí, a Ter Stegen. Poco le duró la alegría al equipo vasco. Concretamente dos minutos. El tiempo que tardó Messi en encontrar a Jordi Alba en el carril izquierdo.
Esta vez el internacional español no asistió al argentino sino que se enfundó el traje de delantero y se atrevió con un remate seco con la diestra ajustado al palo derecho de la portería defendida por Rulli.
Tras el gol, el Barcelona no cerró el partido, pese a intentar anotar el tercero a la contra. Buscaba algo más de control Valverde con la entrada de Coutinho. El brasileño sustituyó a Dembélé y recibió silbidos por parte de la grada del Camp Nou, que no olvidó el gestó tapándose los oídos para celebrar el tanto que entre semana marcó al Manchester United.
En el césped, la Real seguía intentándolo, mientras el Barcelona esperaba cerrar el partido. Rakitic tuvo la sentencia en una llegada por la derecha. Un triunfo sin brillo que acerca al Barcelona al título.
Dos suspiros le quedan al Barcelona para levantar matemáticamente La Liga. Seis puntos, siempre y cuando el Atlético de Madrid no pinche, que quiere sumar en Mendizorroza, y contra el Levante, de nuevo en el Camp Nou, para centrarse exclusivamente en la Champions League.