El Athletic se llevó tres puntos del infranqueable estadio de Butarque y prolongó sus sueños europeo gracias al gol que En-Nesyri se metió en su propia portería y al buen hacer defensivo del sistema diseñado por Garitano. [Narración y estadísticas: Leganés 0-1 Athletic]
Conocedor de las condiciones de su conjunto y de la solidez del Leganés en casa, donde solo había perdido uno de sus últimos catorce partidos, -0-2 contra el Girona- Garitano dispuso un sistema calcado al de Pellegrino para competir en igualdad de condiciones: tres centrales y dos carrileros, ocupados por Lekue, en derecha, y Yuri, en izquierda.
Por delante, Mikel y Rico y San José guardaron las espaldas a Córdoba, Williams y Aduriz, que se movieron con libertad para recibir los pases desde los centrales y, sobre todo, atacar el área para rematar los centros producidos por Córdoba y Yuri.
En una primera mitad de posesión dividida y dominio alterno, tanto madrileños como bilbaínos buscaron dañar a través del juego directo. El del Leganés, basado en la capacidad del argentino Guido Carrillo para imponerse en duelos aéreos y en la velocidad de En-Nesyri para ganar las espaldas de los defensores del Athletic.
Pero la presencia de tres centrales en el once de Garitano (Íñigo Martínez, Unai y Yeray) dificultó ambas vías y los 'pepineros' solo encontraron una fórmula de escape por la izquierda, con las internadas de Kravets, que con el paso de los minutos fue retrasando su posición para tapar a Iñaki Williams hasta diluirse.
En un córner cuando llegó la diferencia inicial. Fue En-Nesyri, pero no para anotar que introdujo el esférico en la portería de Cuéllar en su intento por despejar.
En la segunda mitad cambiaron los papeles. En primer lugar, por la entrada de Bustinza en la posición de central derecho en sustitución de Siovas, que recuperó metros para su equipo con constantes anticipaciones y correcciones fuera de su posición.
Así, el Leganés se estiro sobre el campo defendido por el Athletic y comenzó a dominar el escenario. Juanfran, apoyado por los movimientos de Eraso, se adueñó del carril diestro y comenzó a servir centros con ambas piernas de forma constante.
Con los rojiblancos completamente replegados y obligados a despejar envíos laterales, Pellegrino introdujo piernas frescas para agitar el sistema. Entró Braithwaite, delantero, por Kravets, carrilero. Gumbau pasó a la banda izquierda y Eraso al centro del campo para que el danés gozara de libertad en la última línea.
Para terminar de dar sentido a las sustituciones, entró Nabil El Zhar (por otro defensor, en este caso Tarín) para jugar por dentro y el 'Lega' formó entonces una defensa de cuatro, con el marroquí por detrás de los tres delanteros, que se fijaron contra los centrales vascos.
Consciente de los espacios y los muchos metros que dejaban los 'pepineros' a sus espaldas, no tardó Williams en inventarse un contragolpe que pudo cerrar el partido. Cuéllar lo impidió y dejó con vida unos instantes más a un Leganés que lo intentó hasta el final, sin éxito.
Principalmente en las botas de El Zhar y más por acumulación que por juego, el Leganés no pudo imponerse al muro rojiblanco y el Athletic resistió el chaparrón 'pepinero' y se llevó los tres puntos de Butarque para seguir más vivo que nunca en la lucha por entrar en Europa, ocupando la séptima plaza, a tres puntos del Valencia.