El Valencia revivió en El Alcoraz con una goleada de escándalo (2-6) que dejó muy pronto al Huesca sin opciones de evitar el descenso.
El conjunto de Marcelino García Toral, presionado tras encajar tres derrotas consecutivas -2 en Liga y ante el Arsenal en la Europa League- y obligado a ganar para evitar que el Getafe se distanciase en la pugna por el cuarto puesto, respondió con un triunfo incontestable
Al conjunto levantino se le puso todo de cara en el minuto 2 cuando un pase de Gabriel Paulista desde la defensa dejó solo al danés Daniel Wass quien aprovechó el desajuste defensivo local para plantarse solo ante Roberto Santamaría y batirle.
El tanto dejó K.O. a los propietarios del terreno que vieron cómo el Valencia dominaba a placer. Para los valencianos fue un juego de niños. Mover el balón ante un Huesca que no bajó los brazos pero que no fue capaz de sobreponerse a la estocada de su rival.
El Huesca se fue arriba con corazón para intentar marcar el tanto que igualara las cosas y le insuflara moral pero la faltó cabeza ante un Valencia bien asentado y con Dani Parejo manejando el equipo para que, a la contra, sentenciara el partido con otros cuatro tantos más antes del descanso (Rodrigo, 2 de Santi Mina y Etxeita en propia puerta).
El Alcoraz despidió a su equipo como héroes
La segunda parte sobró, porque la losa que llevaba encima el equipo azulgrana era demasiado pesada como para reaccionar mínimamente y porque el Valencia, que amplió la ventaja con otro gol de Rodrigo, se limitó a cumplir con el expediente, a no cansarse pensando en el Arsenal y a no hacer sangre del rival.
Aun así, y siguiendo la tónica de toda la temporada los jugadores oscenses no bajaron los brazos y consiguieron maquillar el marcador con dos tantos que fueron aplaudidos como si fueran los de la victoria.
Para los jugadores del Huesca lo mejor fue el reconocimiento de su afición al trabajo y al esfuerzo realizado durante toda la campaña. En los minutos finales no dejó de animar y aplaudir a sus jugadores coreando además el consabido "volveremos a Primera" que arreció durante bastantes minutos al término del encuentro.