Una noche trágica para el Barcelona y de ensueño para el Liverpool. Un partido que quedará para la historia del fútbol tras vivirse en Anfield una de las mayores remontadas jamás vista. Sin Salah, sin Firmino y sin Keita, pero con un estadio mágico y en un ambiente indescriptible, los reds consiguieron la clasificación para la final del Wanda Metropolitano que se celebrará el próximo día 1 de junio. [Narración y estadísticas: Liverpool 4-0 Barcelona]
Dos dobletes de Origi y Wijnaldum tumbaron a un Barça que fue superado en todo momento y que solo en algún compás de la primera parte pudo hacer daño a un Liverpool que fue un tornado incontrolable tras el descanso. Klopp goleó a un Valverde que queda muy tocado tras repetir la hecatombe vivida en Roma hace ahora un año. Entonces fue en cuartos, ahora en semifinales y, por eso, es todavía más dolorosa para el barcelonismo.
Messi tampoco estuvo en Anfield. Al igual que tampoco estuvo en el Olímpico de Roma. Puede haber sido el mejor jugador del mundo durante toda la temporada, pero llegado el momento clave volvió a fallar y quizá con ello pierda un nuevo Balón de Oro. Esa fue la diferencia entre Cristiano y el argentino en los últimos años. Por primera vez desde 2013 no habrá un campeón español. El trienio del Real Madrid no lo finiquitará el Barça, sino Liverpool, Ajax o Tottenham será el que suceda al conjunto blanco tras más de 1.000 días de reinado en Europa.
El Barcelona sabía que el empuje de Anfield podía marcar el primer gol. Al menos ese era el plan de Klopp y que se cumplió. El conjunto azulgrana comenzó nervioso y un error de Jordi Alba dejó en bandeja al Liverpool el tanto que necesitaba para mantener viva la eliminatoria tras el 3-0 del Camp Nou.
El lateral cede con la cabeza y Henderson se anticipa para fusilar a Ter Stegen. A pesar de la dificultad, el portero alemán consiguió sacar una gran mano abajo. Sin embargo, el rechace le cayó a Origi que solo tuvo que empujar la pelota a la red. Corría el minuto 8 y el Liverpool metía el miedo en el cuerpo al Barcelona.
Un nuevo fallo, en esta ocasión de Sergi Roberto, estuvo a punto de costar muy caro a los culés. El equipo de Valverde estaba desconocido y deambulaba con mucho peligro sobre el césped de Anfield. El inicio azulgrana no podía haber sido peor y el fantasma de Manolas y la Roma parecía sobrevolar Liverpool.
Mané reclamó un penalti de Sergi Roberto que ni Çakir ni el VAR concedieron. Cae el senegalés y existe contacto, aunque el árbitro turco creyó que no era suficiente como para pitar la pena máxima. Se salvaba así un Barça que iría mejorando tras el apretón del primer cuarto de hora de los reds.
Un contraataque de los de Valverde parecía que iba a ser la jugada que daría la tranquilidad necesaria, sin embargo, con todo a favor, Messi quiso adornarse y erró en el último recorte. El argentino sí buscó la portería rápidamente en la siguiente jugada, pero su disparo se marchó lamiendo el poste.
Al menos, el Barcelona había aterrizado en Anfield y ya amenazaba a Alisson cuando Messi entraba en contacto con el balón en la zona de tres cuartos. El guardameta brasileño se exhibía una y otra vez, manteniendo así con vida al Liverpool en la eliminatoria.
Los problemas físicos de Henderson y Robertson congelaron el cálido templo inglés, aunque finalmente pudieron continuar para tranquilidad de un Klopp que no pudo contar para el decisivo partido sin tres de sus estrellas: Salah, Firmino y Keita. A pesar de las bajas, los reds estaban dando la cara en un duelo a muerte con el Barça.
Wijnaldum cambia la eliminatoria
En el descanso sucedería un hecho clave para el devenir del partido. Robertson finalmente no podía continuar y Klopp apostaba por sacar al terreno de juego a Wijnaldum. El alemán hacía cambios en la pizarra y colocaba entonces a Milner en el lateral izquierdo para ocupar el puesto del lesionado carrilero escocés.
El comienzo de la segunda parte repitió el guion de la primera, aunque en esta ocasión el Liverpool sacaría el doble de rédito. El Barcelona era un juguete roto en manos de los reds. Desdibujado, bloqueado y sin chispa, el conjunto de Valverde sufría y viviría tres minutos negros que cambiaría la eliminatoria.
Un doblete de Wijnaldum, con goles en el minuto 54 y 56, empataba la semifinal. El Liverpool había conseguido lo más difícil. Un nuevo fallo de Jordi Alba, muy flojito al corte, deja el balón en poder de los reds y el holandés aprovecha el centro para pegarle duro aunque centrado. Ter Stegen tampoco está acertado y la pelota acaba entrando.
Anfield apretaba y en un abrir y cerrar de ojos llegó el 3-0. Otra vez fue Wijnaldum, pero esta vez de cabeza tras un centro desde la banda izquierda. El internacional oranje fue el único que saltó para poner al Barcelona contra las cuerdas. El conjunto azulgrana dependía ahora de un Messi que no estaba teniendo su noche, al igual que sucedió el pasado año en el Olímpico de Roma.
No carburaba el Barça y la posesión y las ocasiones eran del Liverpool. Los de Klopp se habían adueñado del ritmo del partido. Los culés tampoco igualaban la concentración del Liverpool como bien se demostró en el gol que completaba una remontada para la historia.
Corría el minuto 79 cuando Arnold amagaba con sacar un córner y después parecía abandonar la zona. Los jugadores azulgranas no se habían aún colocado y Ter Stegen daba instrucciones a la zaga. Finalmente, el inglés volvía y sacaba raso y rápido al primer palo para que allí, sin oposición, Origi empujara el balón a la red. El delirio se apoderaba de Anfield y es que una vez más se había demostrado que este campo es un templo del fútbol.
Las noches negras del Barça
Intentó reaccionar Valverde poniendo a Malcom por Rakitic, aunque nada pudo salvar al Barcelona del abismo. El conjunto azulgrana entró en bucle en Anfield y no supo sobrevivir sin la mejor versión de un Messi que volvió a fallar en el momento clave. Un 4-0 que está entre las derrotas más dolorosas en la historia del Fútbol Club Barcelona junto al 3-0 de la Roma el pasado año, el 4-0 del Milan en la final de Atenas en 1994 y la perdida por penaltis contra el Steaua de Bucarest en 1986. Valverde ha ganado La Liga y puede que la Copa, se la jugará contra el Valencia, pero sin duda queda andando sobre el alambre tras una nueva hecatombe en Europa.
Liverpool 4-0 Barcelona
Liverpool: Allison, Robertson (Wijnaldum, 46'), Van Dijk, Matip, Alexander-Arnold, Fabinho, Henderson, Milner, Mané, Shaqiri (Sturridge, 90') y Origi (Gomez, 85').
Barcelona: Ter Stegen, Jordi Alba, Lenglet, Piqué, Sergi Roberto, Busquets, Vidal (Arthur, 75'), Rakitic (Malcom, 80'), Coutinho (Semedo, 60'), Messi y Suárez.
Goles: 1-0, 7' Origi; 2-0, 54' Wijnaldum; 3-0, 56' Wijnaldum; 4-0, 79' Origi.
Árbitro: Cüneyt Çakir (Turquía). Amonestó a Fabinho (11'), Busquets (45'), Rakitic (53'), Matip (66'), Semedo (75').
Incidencias: Partido correspondiente a la vuelta de las semifinales de la Champions League disputado en Anfield (Liverpool, Inglaterra) ante 55.212 espectadores.
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