Un doblete de Iago Aspas en la recta final del partido evitó la derrota del Celta de Vigo ante el Rayo Vallecano (2-2), con el que ambos cerraron una decepcionante temporada, que acabó con los madrileños en Segunda y los celestes salvándose en la última jornada. [Narración y estadísticas: Celta 2-2 Rayo]
Aunque el Celta tenía una mínima opción de descender, el equipo de Fran Escribá no entró con la intensidad necesaria para demostrarle al Rayo que se le iba la vida en el duelo. Los celestes estuvieron lejos del nivel que venían mostrando en su estadio desde el último relevo en su banquillo.
El partido careció de intensidad y emoción. Los porteros -Rubén Blanco y Dimitrievski- eran dos espectadores más. Hasta que un infantil penalti cometido por Boudebouz sobre Advincula incendió el choque. Embarba adelantó al Rayo a la media hora de juego, pese a que Rubén adivinó su lanzamiento.
El Celta pidió penalti en la siguiente jugada tras la caída de Maxi Gómez ante Dimitrievski, pero Mateu Lahoz, que expulsaría poco después a Fran Escribá, no señaló nada. Tampoco en otra caída del internacional uruguayo en el área del Rayo, pese a que en esa ocasión fue a revisar la jugada al VAR.
Los celestes, desesperados con la actuación del árbitro valenciano, tuvieron una buena oportunidad para igualar el choque después de una gran pared entre Aspas y Lobotka pero el remate del eslovaco lo desvió Dimitrievski.
El Celta salió más dominador en la segunda parte pero, sin ritmo, fue el Rayo Vallecano el que pudo aumentar su ventaja con un disparo de Medrán al que respondió Rubén Blanco. Respondieron los celestes: primero con un disparo de Boudebouz que se fue alto; después con un remate de cabeza de Okay que desvió Dimitrievski.
Con la entrada del eléctrico Boufal, el Celta creó algo más de peligro. Aspas, desdibujado, lo intentó sin éxito. Y a falta de veinte minutos Álvaro Medrán, con un potente disparo desde la frontal, puso el 0-2 para enfado de la afición celeste, que pitó a su equipo.
Balaídos parecía un funeral, pero Aspas, primero de penalti y después con un sutil toque, evitó la derrota en los últimos minutos cuando ya la permanencia estaba asegurada ante el resultado que se estaba dando en Mendizorroza entre el Alavés y el Girona.