Osasuna ha logrado este lunes, tras imponerse el Granada al Albacete (0-1), el ascenso a Primera División con el sello de equipo sólido y atrevido propuesto por el técnico Jagoba Arrasate.
El cuadro navarro ha alcanzado los 78 puntos en la trigésima novena jornada de Segunda División, una cifra que supone el billete a la máxima categoría cuando restan todavía tres jornadas para la conclusión, tras dos años en Segunda División.
El último descenso de Osasuna se produjo el 26 de abril de 2017, a falta de cuatro jornadas para el final del campeonato.
Una campaña que estuvo marcada por la inestabilidad deportiva tras el paso de tres entrenadores, Enrique Martín, Joaquín Caparrós y, finalmente, Petar Vasiljevic, que hasta principios de enero de ese año ejerció como director deportivo.
Así, con 94 goles encajados en 38 partidos, Osasuna consumó esa temporada su séptimo descenso a la categoría de plata en un curso en el que su efímero paso por Primera División sirvió para saldar la deuda con la Hacienda foral a través de los derechos televisivos.
En el curso 2017-2018, Osasuna afrontó una nueva etapa con la llegada de Braulio Vázquez como director deportivo y contó con una de las inversiones más importantes de la categoría a la hora de incorporar futbolistas experimentados.
Diego Martínez, procedente del Sevilla Atlético, en su debut como entrenador en Segunda División, asumió las riendas de un equipo que partió como uno de los favoritos para lograr el ascenso.
No obstante, los malos resultados en El Sadar -el equipo solo logró 8 victorias en los 21 partidos disputados como local- y la falta de conexión con la grada 'rojilla', que no congenió con un juego más enfocado a asegurar el resultado, sembraron dudas en el proyecto deportivo liderado por Martínez.
Tras no lograr la clasificación para la promoción de ascenso al perder en la última jornada frente al Valladolid, el club decidió su destitución y apostó por el técnico vasco Jagoba Arrasate.
El de Berriatua superó un mal inicio de liga -logró un triunfo en las primeras cinco jornadas- y consiguió que el cuadro navarro recuperase la ambición por pelear en campo contrario.
Un estilo de juego valiente que en lo que va de campaña se ha traducido en hitos como sumar 15 victorias consecutivas en El Sadar, incluido el partido suspendido ante el Reus, en el que Osasuna figura como equipo local.
También registrar la puntuación más alta de su historia, que se situaba en los 68 puntos que acumuló en Primera División en la campaña 2005-2006, en la que se clasificó en cuarto lugar y disputó la previa de la Liga de Campeones.
Osasuna sella de esta manera su octavo ascenso a Primera División en 99 años y aspira a igualar sus mejores rachas en esta categoría -14 años consecutivos en la elite del fútbol español- de 1980 a 1994, y de 2000 a 2014, año en el que descendió con Javi Gracia como entrenador.
El club navarro, tras unos años convulsos marcados por la reestructuración de su deuda con la Hacienda foral, grandes limitaciones deportivas y económicas y el denominado 'caso Osasuna', afronta una nueva etapa con la vista puesta en su centenario, que se celebrará en otoño de 2020.
Una celebración histórica para la que el club pretende que la reforma de estadio, elegida por los socios, ya esté completada.