El Granada ha conquistado este martes en Son Moix el sexto ascenso de su historia a Primera división tras empatar 1-1 frente a un Mallorca que también cumple con su objetivo de jugar la promoción a Primera, tras la derrota del Cádiz ante el Extremadura.
El conjunto nazarí tuvo que esperar sobre el terreno de juego, una vez finalizado el partido, a que se confirmara el pinchazo del Albacete, para celebrar su regreso a la máxima categoría del fútbol español.
Los dos equipos se jugaban mucho y la enorme importancia del resultado quedó patente desde el principio, con un Mallorca presionando muy arriba en los primeros minutos y un Granada defendiéndose con muchos apuros.
Pese a ese dominio inicial, el equipo dirigido por Vicente Moreno no creó ocasiones de gol dignas de reseñar y, poco a poco, su rival fue elevando su nivel hasta llegar a equilibrar completamente el partido.
La jugada más polémica de los primeros 45 minutos fue una caída del croata Ante Budumir en el área visitante, derribado por el meta portugués Rui Silva, jugada que finalizó con un remate de Salva Sevilla desviado al córner en última instancia por un defensor.
Budimir llegó primero al balón que Rui Silva, pero el colegiado no apreció penalti ante las encendidas protestas de los jugadores locales y de la grada.
El balón circuló mucho por la zona ancha y muy poco en las áreas. El juego fue trabado, poco vistoso, con muchas faltas, y ni Mallorca ni Granada encontraron espacios para crear peligro ante Manolo Reina y Rui Silva.
El veterano centrocampista bermellón Salva Sevilla, "motor" de su equipo, siempre tuvo a un rival encima, impidiéndole armar el ataque de su equipo; y lo mismo ocurrió con el costamarfileño Lago Junior, que no encontró espacios para correr por las bandas, a pesar de que lo intentó tanto por la derecha como por la izquierda.
El Granada estuvo cómodo defendiendo, no arriesgó sabiendo que el único equipo que podía amargarle la fiesta del ascenso en Palma, el Albacete perdía ante el Málaga.
El Mallorca lo intentó de muchas maneras para marcar el gol que le asegurara la promoción, y lo consiguió a través de un centro ajustado del lateral derecho Joan Sastre y el remate inapelable, a bocajarro, de Salva Sevilla, que se adelantó a dos defensas visitantes.
El conjunto andaluz adelantó de inmediato sus líneas en busca de un empate, lo tuvo Antonio Puertas saliendo a toda velocidad desde su campo, pero hizo un regate de más y facilitó el despeje de Valjent al córner.
También, los mallorquinistas tuvieron sus ocasiones, como un gran remate del argentino Leo Suárez que Rui Silva desvió al córner, en los mejores minutos del juego local.
Un cabezazo de Fede empató el partido y fue celebrado por todos lo alto por jugadores, técnicos y aficionados de un Granada que con ese gol sellaba el añorado regreso a Primera.
El 1-1 satisfacía plenamente a los dos equipos, que firmaron un pacto de no agresión en los últimos minutos con todos los deberes hechos: el Granada vuelve a Primera y el Mallorca tendrá su oportunidad en la promoción de ascenso.