La selección femenina de Estados Unidos ha dado otro paso en firme en el Mundial de Francia y ya está en semifinales tras derrotar a la anfitriona. Buena culpa de ello la tiene Megan Rapinoe, pues marcó los dos goles de su equipo para conseguir el triunfo y avanzar a la siguiente ronda. El partido coincidió con el pistoletazo de salida del Día del Orgullo Gay y, una vez finalizado el choque, la jugadora acaparó los focos de los medios.
En primer lugar, puso de manifiesto que es "imposible" ganar un campeonato sin jugadores que sientan atracción por el mismo sexo, pues considera que es algo muy natural y que forma parte de la ciencia: "No puedes ganar un campeonato sin gays en tu equipo, nadie lo ha hecho nunca. ¡Es ciencia! ¡Justo aquí y ahora!".
Por otra parte, Rapinoe se mostró orgullosa de ver cómo hay mucha gente que se une a su misma causa para hacer realidad sus sueños: "Me motiva la gente que lucha por las mismas cosas que yo. Me aporta más energía que demostrar que alguien está equivocado. Eso es algo agotador. Para mi, ser homosexual y fabulosa y que además se juegue el Mundial durante el mes del Orgullo es genial".
El apoyo del equipo
Finalmente, la jugadora elogió a su entrenadora Jill Ellis, quien la ha brindado su apoyo tras sus declaraciones contra Donald Trump diciendo que no volvería "a pisar la puta Casa Blanca", y también es consciente de que el vestuario está de su parte en ese sentido: "Ella sabe manejarse genial. Tiene experiencia y es elocuente".
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