La historia de los mundiales de fútbol está repleta de grandes recuerdos, hazañas deportivas y nombres grabados en la memoria de todos los fans del deporte rey. Pero por desgracia los momentos heroicos no son los únicos que están en el recuerdo de todos. Este martes, se cumplen 25 años de un día negro para el fútbol mundial y, especialmente, para el colombiano.
El 2 de julio de 1994 en Medellín murió el futbolista Andrés Escobar, internacional cincuenta veces con Colombia, en el que se incluyen dos mundiales (1990 y 1994), y jugador del Atlético Nacional. Su fallecimiento está ligado al Mundial de Fútbol de Estados Unidos en 1994. El defensa colombiano encajó un gol en propia puerta en el partido de la fase de grupos ante la selección anfitriona, un tanto que fue decisivo para la eliminación de la selección cafetera y una marca que persiguió a Escobar hasta el último de sus días.
El Mundial 94 no empezó bien para Colombia. A pesar de que era considerada como uno de los equipos más potentes de la competición, en el primer partido perdió 3-1 contra Rumania. Los malos resultados deportivos se unieron a los problemas fuera de los terrenos de juego, haciendo casi imposible que los jugadores pudieran mantener un nivel de concentración adecuada para una cita como esa.
Durante la concentración, 'Chonto Herrera', lateral derecho de Colombia, se enteró de la muerte de su hermano en un accidente de tráfico; y 'Barrabás' Gómez, centrocampista hermano del segundo técnico, 'Bolillo' Gómez, recibió amenazas de muerte contra su familia si participaba en el partido frente a Estados Unidos. Barrabás decidió dejar el Mundial en lo que fue la antesala de la gran desgracia.
El partido frente a EEUU
Colombia llegó al segundo encuentro del Mundial con la necesidad de ganar si quería seguir viva. La suerte volvió a estar en contra de la selección cafetera. En el minuto 35 del encuentro, Andrés Escobar, en un intento de evitar que un balón llegase al centro del área, se lanzó con las dos piernas y acabó empujándolo hasta dentro de la portería.
Estados Unidos sentenció el encuentro gracias a un gol de Earnie Stewart en el minuto 52. La ventaja fue definitiva y el gol de Adolfo 'El tren' Valencia al borde del pitido final no sirvió para evitar la derrota colombiana.
Ya eliminados, Colombia ganó a Suiza en el último partido del grupo. La selección cafetera acabó con 3 puntos, a uno de EEUU que, a pesar de perder frente a Rumanía en la última jornada, pasó a la siguiente ronda gracias a ser uno de los cuatro mejores terceros de grupo. El sueño colombiano se acabó demasiado pronto en un Mundial que acabaría proclamando a Brasil como campeón. Precisamente fue la selección canarinha la que eliminó a Estados Unidos (1-0) en octavos de final.
En el lugar equivocado
Colombia regresó a casa con la sensación de que el excesivo entusiasmo antes del Mundial les había perjudicado. "El hecho de que se nos diese por campeones del Mundo antes de jugar nos perjudicó, porque toda la prensa y la afición tenía mucha confianza y eso generaba presión, porque en el fútbol todo puede pasar, como se ha demostrado", explicó Andrés Escobar en declaraciones a El Tiempo.
El defensa colombiano se despidió de Estados Unidos con sabor agridulce. Su error le había costado caro a Colombia pero el Milan le había elegido para ser el sustituto del emblemático Franco Baresi. Su llegada al fútbol europeo nunca llegó a ser realidad por culpa del Cartel de Medellín.
El 2 de julio de 1994, Escobar se encontraba en el restaurante El Indio, de Medellín, junto a algunos familiares y amigos. Durante el tiempo en el que estuvo dentro del local, Andrés era víctima de continuas burlas e insultos de los fans que allí estaban y no le perdonaban su error ante EEUU.
Los narcotraficantes David y Santiago Gallón Henao se encontraban en una mesa cercana a la de Escobar y se sumaron a los insultos contra el futbolista y prosiguieron incluso fuera del restaurante. En el aparcamiento del local, los dos narcos se abalanzaron sobre el jugador y la tensión continuó en aumento. Durante la trifulca, el chófer de ambos, Humberto Muñoz Castro, sin mediar palabra se acercó a él y descargó seis tiros en su cabeza.
La muerte de Andrés Escobar fue un shock para el fútbol. Durante el Mundial del 94 se guardó un minuto de recuerdo por el futbolista colombiano y su fallecimiento se sumó a una larga lista de vidas robadas por las organizaciones dedicadas al narcotráfico en el país cafetero.
Muñoz Castro, el asesino de Escobar, intentó justificarse de varias maneras pero finalmente acabó reconociéndose como el autor del crimen. En su defensa solo alegó que nunca fue consciente de que la persona a la que disparó era el futbolista Andrés Escobar.
La revelación de Muñoz Castro reafirma la teoría de algunos de que el autogol frente a EEUU jugó solo un papel secundario en su asesinato y que el clima de violencia que vivía el país en ese momento fue clave para el trágico acontecimiento.
El 'caballero del fútbol' se convirtió desde aquel día en una leyenda entre los aficionados colombianos, especialmente por los de su equipo el Atlético Nacional. Para el recuerdo dejó la frase de "la vida no termina aquí" con la que intentó explicar las consecuencias de su error en el Mundial de Estados Unidos 1994.
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