Mario Hermoso ha entrado en escena en la presentación de Kieran Trippier con el Atlético de Madrid cuando nadie se lo esperaba. El ya exdefensa del Espanyol y del Real Madrid ha comparecido ante los medios y ha manifestado su emoción de poder vestir la elástica rojiblanca, sin poderse olvidar tampoco de su pasado en la entidad merengue: "Uno no puede borrar su pasado, lo que queda es mejorar el futuro. El respeto cada uno lo gana en el campo".
No obstante, Hermoso ha centrado el foco en su nuevo destino y ha dejado reflejada la ilusión con la que afronta este nuevo reto, además de asegurar que no se lo pensó dos veces ante el interés del Atlético: "Desde que surgió la posibilidad de venir al Atlético no se me pasó otra cosa por la cabeza. Es una de las cosas que más quería. Tanto la dirección deportiva como los compañeros tenían ganas de que viniera, deseando empezar con el equipo. Llego ilusionado y con ganas de trabajar".
Sobre la demora que ha llevado realizar el fichaje, Hermoso ha manifestado que "son cosas que tienen que solucionar entre clubes" y que "el jugador poco puede hacer ahí". En cuanto a lo que puede aportar al equipo de Simeone, ha constatado que ofrecerá "mucha ilusión" y que tiene "las ideas claras de seguir creciendo y aspirar cada día a más".
Sin presión e ilusionado
Finalmente, sobre su adaptación a la plantilla rojiblanca y si se ve como el sustituto de Godín, Hermoso ha aseverado que ha tenido la suerte "de haber coincidido y estado con muchos de ellos" y que no tiene "ninguna presión", sino que está ante "un reto bonito e importante" y ha dejado claro que pondrá todo de su parte para triunfar como rojiblanco.
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