El Celta de Vigo mostró este miércoles su "profunda preocupación" e "indignación" por la disposición, diseño y tamaño de los asientos que el ayuntamiento de Vigo, propietario del estadio de Balaídos, ha instalado en la grada de Río Bajo, y urge que se subsanen las deficiencias detectadas, las cuales, apunta, afectan "de manera grave" al confort de abonados y aficionados.
El consejo de administración del club gallego considera "inadmisible" que el ayuntamiento intente culpar al club de su "desastrosa" actuación, alegando, apunta el Celta en su comunicado, que presentó el proyecto de reforma en su momento.
"El RC Celta lleva varios años al margen de estas actuaciones, por lo que es intolerable querer achacar al club su propia incapacidad, máxime cuando tiene su alcance corregir su error", denuncia la entidad presidida por Carlos Mouriño, enfrentada desde hace meses al alcalde de la ciudad, Abel Caballero, por la reforma integral de Balaídos y los terrenos para la nueva ciudad deportiva.
Ayuntamiento de Vigo
El ayuntamiento de Vigo acusó al Celta de mantener una actitud "claramente obstruccionista" en la ejecución de la reforma integral de Balaídos, y lo acusó de no colaborar económicamente "ni tan siquiera" con el mínimo firmado en el convenio de remodelación del estadio.
En una carta remitida por gobierno municipal al presidente del Celta, Carlos Mouriño, el teniente de alcalde y concejal de fomento, Javier Pardo, detalla que desde el pasado 29 de mayo se enviaron distintas notificaciones tanto al director general del club, Antonio Chaves, como al director de seguridad del estadio, Julio Vargas, informando de las obras.
"Esta actitud de obstruccionismo del Real Club Celta no va a impedir que el Concello de Vigo continúe con la mejora del estadio", avisa el equipo de Gobierno que lidera el socialista Abel Caballero, reelegido alcalde de la ciudad por una amplia mayoría absoluta en las pasadas elecciones municipales.
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