La árbitra asistente Judit Romano de Segunda División se ha convertido en todo un ejemplo de conciliación. Hace apenas tres meses, dio a luz a su hija, un hecho que dificultaba su presencia en seminario de pretemporada del Comité Técnico de Árbitros (CTA).
No obstante, la colegiada ha tomado la decisión de lidiar con ambos y asistir con la recién nacida. Por ello, estos días se encuentra concentrada en la Ciudad del fútbol de Las Rozas. Romano ha explicado su vuelta al trabajo tras el parto: "A los dos meses ya estaba realizando entrenamiento específico, duro y dirigido a volver a la competición cuanto antes".
Además, reconoce la ayuda que ha recibido por parte del Comité: "Todo lo que han hecho el CTA desde el día 1 que les dije que estaba embarazada ha sido excelente, incluso mejor de lo que esperaba".
"He tenido la gratísima sorpresa de que me invitaran a traer mi bebé al seminario, porque son conscientes de que es un bebé muy pequeñito de menos de tres meses y necesita el contacto con su madre y la lactancia materna", agregó.
Cambio de mentalidad
Por último, Judit Romano aseguró que la sociedad "ha cambiado" y "lo que antes era raro ahora es más natural y normal". "El cambio de mentalidad no va a ser de la noche a la mañana, pero poco a poco, si todos somos iguales y si hacemos las cosas bien, el que trabaje bien llegará. Independientemente de otras diferencias de género que no tienen cabida en el arbitraje", concluyó.
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