El racismo continúa 'infectando' el deporte. Durante un encuentro del pasado 8 de diciembre que medía al Chelsea contra el Manchester City, seis aficionados la tomaron con Raheem Sterling y le insultaron desde la grada de Stamford Bridge. Varios meses después, el club inglés ha tomado medidas y ha decidido las consecuencias de estas acciones que están lejos de los valores que difunde el fútbol.
El Chelsea ha suspendido de por vida a uno de los hinchas tras investigar los hechos, recoger el testimonio del aficionado, revisar los vídeos y consultar a "dos expertos en lectura de labios". Esta investigación concluyó con que sí había lanzado esos insultos racistas, además de emplear "amenazas y tener un comportamiento agresivo", según informó el conjunto en un comunicado.
El motivo de esta sanción es el uso de "lenguaje abusivo" y un comportamiento "agresivo y amenazante". Además, considera "aberrante" cualquier clase de comportamiento discriminatorio. "Estamos orgullosos de ser un club diverso e inclusivo, donde la gente de todas las culturas, comunidades e identidades se sienta bienvenido", concluyó.
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