Otro accidente de tráfico volvió a azotar al fútbol español. Esta vez golpeó de lleno al fútbol femenino. A Mallorca. Al fútbol semiprofesional. A una jugadora de tan solo 19 años como Alba Esteban Frau. Una futbolista a la que el destino no le dejó continuar con su carrera sobre los terrenos de juego.
Fue la noche del pasado martes, a las 21:25 horas, cuando la joven colisionó contra un coche en la carretera Palma-Sóller. La que fuera futbolista del Independiente circulaba en un ciclomotor junto a un chico de 23 años. La Guardia Civil informó que el vehículo en el que iba Alba fue rozado por otro y perdió el control. Tras estar ingresada durante dos días, el hospital de Son Espases comunicó la trágica noticia durante la noche del jueves.
La vida de una futbolista que se detiene de imprevisto. La de una jugadora que empezó su carrera en el fútbol femenino en el Recreativo La Victoria, club en el que se inició en benjamines, para después dar el salto al CD Son Oliva como alevina; dos categorías en las que las jóvenes jugadoras militan con una edad de entre 6 y 9 años.
En este último equipo estuvo jugando hasta alcanzar la etapa de infantiles, momento en el cual abandonó el fútbol mixto y pasó a formar parte del equipo femenino de la entidad. Fue allí donde el entrenador Javier de Andrés, actualmente coordinador del Athletic Marratxí, conoció a Alba, ejerciendo como su técnico desde su etapa de alevín de segundo año.
Aquel año quedaron subcampeones de Copa y segundos clasificados en Liga, justo antes de pasar a jugar en campos de fútbol once. El técnico hizo un equipo totalmente nuevo en el Marratxí y se llevo a sus jugadoras con él para emprender una nueva aventura. Una etapa en infantiles y cadetes que terminó dando sus frutos, ya que las baleares se hicieron con el título de Liga. Un bagaje que les valió para ascender y subir a categoría autonómica en las islas.
Durante esta etapa Alba Esteban brilló con luz propia en los campos de su Mallorca natal. La jugadora, lateral derecho de profesión y futbolista por pasión, fue importante para el Marratxí, tal y cómo relata el que fuera su técnico. De hecho, en su primera temporada en categoría autonómica se quedó a las puertas del ascenso. Un punto separó a la carrilera de subir a Segunda División del fútbol femenino a nivel nacional.
De Andrés explica a EL ESPAÑOL como fue aquel proyecto: "Trabajamos por mejorar a cada una de ellas individualmente. Conseguimos que a la gente le encantará venir a ver los partidos porque jugábamos al toque". "Hace tres años conseguimos ganar el torneo de la Costa Blanca Cup, quedamos quintos con la Donosti Cup, todo con ella en el equipo".
Alba se separó de su técnico en su segunda campaña en autonómica (tercera en el equipo), ya que el plantel quedó a cargo de Merisa Nicolau. En su cuarto año en el club, con apenas 16 años decidió aparcar el fútbol por un tiempo, aunque la 2018/2019 la inició con el Independiente, club al que decidió enrolarse después de su etapa en el Marratxí.
Última etapa en Independiente
La temporada 2019/2020 iba a ser muy especial para Alba. La carrilera iba a volver este año a los terrenos de juego en las filas del Independiente, aunque finalmente el destino le ha truncado su retorno.
Juán, coordinador del club, cuenta que Alba aterrizó en el equipo después de que el Marratxí se deshiciera y muchas de sus jugadores ficharan por otras entidades. El técnico explica su elección: "Vio que era un club familiar y ya conocía a algunas jugadoras, eso la hizo decidirse". "Llegó con un par de compañeras y estuvo aquí dos temporadas", relata el técnico.
El primer año en el Independiente, hace ya dos, empezó a jugar con su nuevo equipo en autonómica, pero no terminó la temporada por motivos de "estudios y trabajo". Algo que se prolongó a la siguiente campaña (2018/2019), cuando Alba entrenaba de forma ocasiones y no pudo fichar por las mismas razones.
En abril de este año, Alba retomó los entrenamientos con el Femenino de Independiente, con vistas a poder tener ficha con el equipo de cara a la temporada 2019/2020 que comenzaba en apenas unas semanas. Allí le esperaba Jesús Villalba, técnico que la dirigió en las categorías inferiores del Son Oliva cuando se estaba formando como futbolista.
Bajita, pero letal en ataque
Los que la conocían definen a Alba como una lateral de calidad, con una clara vocación ofensiva, gran capacidad de regate, buen toque de balón e inteligente tácticamente. "Aunque era muy pequeñita, era muy lista. Sabía anticiparse y como meter el cuerpo si las extremos rivales eran muy grandes", señalaba De Andrés sobre la que fuera su jugadora.
"Ella era del Atlético de Madrid a muerte, así que si tuviera que decir a quien se podría parecer, diría a Juanfran", espetó el técnico sobre el perfil en el que podría estar enmarcada la lateral. "Podría haber llegado lejos, aunque su tamaño fuera su gran handicap, era muy inteligente".
Al margen de los focos mediáticos
Risueña, discreta, humilde, son algunos de los calificativos que utilizan los protagonistas de este reportaje para definir a Alba. De Andrés incluso la llamaba "la ratita presumida". Una jugadora muy coqueta, preocupada por su aspecto físico, cálida con sus compañeras de vestuario y repleta de carácter en el terreno de juego.
Destacaba su amplia sonrisa en la que todos coinciden que deslumbraba en los terrenos de juego. Una joven muy cariñosa y muy apegada a la figura de su madre, que nunca dio ningún problema en los clubes en los que militó.
Homenaje por todo lo alto
Todo el fútbol balear se ha volcado con la muerte de Alba. De hecho, Independiente y Marratxí están organizando un partido homenaje a la que fuera jugadora de ambos clubes, tal y cómo ha podido conocer EL ESPAÑOL. El encuentro reunirá a grandes futbolistas de ambos equipos, incluso a algunas que ya no militan en sus filas.
Una de las futbolistas que estará presente en este encuentro será la guardameta Cata Coll, jugadora del Barcelona Femenino que era muy allegada a Alba. La amistad que unía a ambas jugadoras ha hecho que el fallecimiento de Frau llegará como un jarro de agua fría a los oídos de la portera que actualmente se encuentra cedida en el Sevilla.
Las dos futbolistas coincidieron un año en el Marratxí. Una portera y otra lateral. La relación de ellas dentro del campo era muy cercana, pero también llegó a extrapolarse fuera del terreno de juego. "Con una mirada nos entendíamos perfectamente, duele saber que no la voy a volver a en un campo", espetaba emocionada Coll.
Coll-Freu, tandem balear
La cercanía entre ambas era muy especial. Cata Coll no olvida que Alba fue el gran apoyo que tuvo en el vestuario del Marratxí cuando afrontó su primer año en el fútbol femenino. "Era una cachonda, siempre hacía reír a todo el mundo, era imprescindible".
Alba le comunicó a Cata que iba a volver a jugar al fútbol esta temporada, en el Independiente; fue justo cuando la que fuera futbolista llamó a Coll para felicitarle por su fichaje por el Barça. Algo que finalmente el destinó truncó. Sin dejar que una jugadora de apenas 19 años se volviera a enfundar sus botas.