El presidente de honor del Real Valladolid, Carlos Suárez, quien deja la gestión del club blanquivioleta tras "18 años, 3 meses y 8 días", según recordó este lunes en rueda de prensa, aseguró que "no" se arrepiente de haber vendido sus acciones "por quién está ahora al frente de la entidad".
Para Suárez, quien compareció ante los medios en una abarrotada sala de prensa para explicar su salida del club como gestor, "la llegada de Ronaldo Nazario va a suponer muchas alegrías, porque aprende muy rápido y se está rodeando de profesionales que van a situar al Real Valladolid donde merece".
Empezó su discurso dando las gracias al "maravilloso equipo de trabajo" con el que ha contado a lo largo de su etapa al frente del club vallisoletano, porque "todos ellos son los que han hecho que hoy siga en Primera y que se cuente con más de 20.000 socios", además de a su familia, jugadores y técnicos y a la prensa.
En este sentido, indicó que todos "han tenido un comportamiento de diez, incluso en los malos momentos, que ha habido varios en este tiempo" incluida la afición, siempre fiel, lo que hace que se sienta "orgulloso" de la labor realizada en estos casi cuatro lustros al mando de la nave blanquivioleta.
"Lógicamente, he cometido errores y por ello quiero pedir perdón, pero siempre he tratado de hacer lo que creí oportuno para mantener a flote el club, aunque algunas decisiones no hayan sido buenas para todos", matizó Suárez, quien confirmó que su etapa como presidente del Real Valladolid ha sido "la más bonita" de su vida.
Suárez se convirtió en el máximo responsable de la entidad deportiva el 10 de mayo de 2001, tras ser designado como tal por los accionistas, tomando el relevo de un Ignacio Lewin que en 2011 adquirió el 58'1% de las acciones por algo más de 3 millones de euros, para pasar a ser propietario del Real Valladolid.
Salto de calidad con Ronaldo
Ese mismo año, el club entró en concurso de acreedores, con una deuda superior a los 70 millones de euros, del que salió en 2014, y, el pasado año, vendía sus acciones a Ronaldo Nazario por 30 millones de euros, lo que ha dado "un salto de calidad" al Real Valladolid, en cuanto a su imagen y a la forma de trabajar.
Ha sido, precisamente, el astro brasileño, el que ha pedido a Suárez que continúe vinculado al Real Valladolid como presidente de honor, "un regalo" que quiere aprovechar para "poder seguir echando una mano como un empleado más del club", gracias a la experiencia acumulada durante tantos años.
Suárez advirtió de que "aun queda una operación por cerrar" con la que terminará su etapa como gestor del Real Valladolid "un club que nunca será un grande, pero sí un histórico" y con el que seguirá sufriendo, como ahora sufre Ronaldo, al que ha dicho que "si no quería sufrir, que hubiera comprado el Manchester City".
Ofertas más suculentas
Aclaró así su buena relación con el actual presidente blanquivioleta, porque además consideró que va a ser "muy bueno" para este, y que va a demostrar que acertó plenamente al venderle a él las acciones, a pesar de que "había ofertas más suculentas", porque "sabe lo que quiere y lo que hace".
Acompañado por exjugadores, empleados del Real Valladolid, amigos, y familia, Suárez se despidió como gestor agradeciendo también el apoyo de los dos alcaldes que ha tenido la ciudad durante su mandato, Javier León de la Riva, que le pilló "más joven y del que aprendió mucho" y Óscar Puente, con el que ya llegó "más revirado" y que "ha tenido mucha paciencia".
Con Carlos Suárez se cierra un ciclo del club vallisoletano, en el que se han vivido tres descensos, deudas y un concurso de acreedores, y que se ha superado "con el trabajo y apoyo de mucha gente". En este sentido, destacó el "grupo" creado bajo la batuta de Sergio González y Miguel Ángel Gómez, que devolvió al Valladolid a Primera división.
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