La vida es efímera y cuesta saber cuando llegará a su fin. A veces el destino te despoja de tus seres queridos de la forma más cruel que se puede concebir. Historias trágicas que conmueven a pequeños y mayores, pero sobre todo a los más allegados. Allegados como son el actual seleccionador Robert Moreno González (Barcelona, 1977) y el exseleccionador Luis Enrique Martínez (Gijón, 1970). Dos técnicos que siempre han formado un tándem inquebrantable con el que han alcanzado el éxito en sus carreras.
Seguramente el fallecimiento de Xana, la hija de apenas nueve años de Luis Enrique, ha llegado como un jarro de agua fría para Robert. De hecho, el trágico suceso fue anunciado por el asturiano durante la noche del jueves, justo un día antes de que el actual seleccionador tuviera que ofrecer su convocatoria para los partidos contra Rumanía e Islas Feroe que tendrán lugar en septiembre.
La RFEF se vuelca con 'Lucho'
La RFEF acostumbra a que en cada convocatoria se ofrezca un anuncio oficial en redes sociales con los jugadores seleccionados y una rueda de prensa en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas para atender a la prensa. Sin embargo, esta vez no hubo comparecencia ante los medios de comunicación. El organismo presidido por Rubiales tomó la decisión de suspenderla como muestra de apoyo a la familia de Luis Enrique.
Esta decisión seguramente estuvo muy respaldada por Robert Moreno. Y es que una persona tan cercana a Luis Enrique, como es el actual seleccionador, no tendría la cabeza en su sitio en un trágico día como el de este viernes; sobre todo porque se trataba de su 'padre futbolístico', la persona junto a la que llevó su carrera como entrenador hacia el estrellato.
Vidas paralelas
El flamante nuevo seleccionador intentó ser jugador como 'Lucho', pero decidió apartarse. Inició su carrera en los banquillos en el año 2003, justo cuando Luis Enrique se encontraba en el Barça, en el ocaso de su carrera como futbolista, ya que tan solo dos años más tarde (2004/2005) colgaría las botas con la elástica azulgrana.
La carrera de ambos se cruzó cuando Luis Enrique se hizo cargo del Barcelona B. Robert siempre compaginó otros trabajos con el mundo del fútbol, con su eterna pasión, pero conocer al asturiano le cambió la vida para siempre. Su hobby se convirtió en su vida.
2010 fue el origen de todo. Él mismo ha desvelado como aterrizó en el filial azulgrana y cómo Luis Enrique quiso contar con él. "Media hora antes de la final del Mundial de Sudáfrica, Joan Barbará -segundo en el Barcelona B- me llamó y me dijo que Luis estaba buscando analistas nuevos. Al día siguiente estaba trabajando en La Caixa y recibí una llamada de él. Hablamos 25 minutos y me dijo que no necesitaba conocerme y que recibiría una llamada del club, del Barcelona", desveló el técnico con ilusión durante una entrevista a la RFEF.
Fue entonces cuando Robert Moreno dio el salto a la élite. Venía de entrenar a equipos humildes como L'Hospitalet, Castelldefels y Damm, y pasó a todo un Barça, aunque fuera el filial. Todo eso se lo debe a su trabajo y a la oportunidad de Luis Enrique.
Su capacidad analítica, sobre todo siendo pionero en scouting y el uso de vídeos, conquistó al técnico asturiano y le erigió como un indispensable en su cuerpo técnico. Todo ello le hizo crecer y progresar hasta convertirse en el segundo entrenador de 'Lucho', su sombra en el vestuario de los diferentes equipos en los que han trabajado tras estar en las categorías inferiores azulgranas (Roma -temporada 2011/12-, Celta de Vigo -2013/14-, Barça -entre la 2014/15 y la 2016/17-, Selección - 2018-2019).
La sombra de 'Lucho'
La relación laboral pasó a ser mucho más. La conexión entre ambos era única. Durante las ruedas de prensa de Luis Enrique como seleccionador nacional, Robert Moreno siempre aparecía en la escena. A un lado el psicólogo del equipo, Joaquin Valdés, y al otro él. Una escena que ejemplificaba la unión que había entre los dos técnicos tras horas y horas de preparación de centenares de entrenamientos, partidos y proyectos.
Cuando este año Luis Enrique decidió dar un paso a un lado en Malta y apartarse del banquillo de la Selección por motivos personales, Robert Moreno fue el técnico que le guardo el sitio, con esperanzas de que retornase a la que es la casa de todos los españoles.
Finalmente no fue así y en junio Luis Enrique dejó definitivamente el banquillo de España. Robert se hizo cargo del combinado nacional con el respaldo de Luis Rubiales, en representación de la RFEF, y de 'Lucho'. Llegaba un sueño para él, aunque en un momento que nadie hubiese deseado.
Su continuidad al frente del equipo es la extensión del asturiano desde la distancia, un técnico que el ex de Barça y Real Madrid había formado bajo su regazo y con el que forjó una relación muy especial. La sombra de Luis Enrique. Seleccionador y exseleccionador. Dos entrenadores que han sido uña y carne, que han crecido juntos profesionalmente, que han celebrado un triplete azulgrana y que hoy comparten un sentimiento mutuo de dolor. Y es que aunque Xana no sea hija de Robert, el sufrimiento jamás quedará inerte.